LA HABANA, Cuba. – Abu Duyanah (antes de su conversión al Islam se llamaba Niovel Alexander Tamayo Formén) es cubano y musulmán, uno de los pocos que han podido realizar la peregrinación a La Meca, que según el Corán, es un deber hacia Alá que todo musulmán debe cumplir al menos una vez en su vida.
Abu, de 34 años, un mulato alto y corpulento, con barba y melena, egresado en 2012 del Centro de Formación Literaria Onelio Jorge Cardoso, escribe poesía y narrativa. Coordinó entre 2005 y 2011 el grupo artístico-literario Kbzapiñón, y actualmente, junto al escritor y fotógrafo Ariel Maceo Téllez, el grupo Demóngeles. Es reportero del diario digital ADN Cuba. Tiene una novela en proceso de edición en la editorial española Guantanamera.
—¿Cómo se produjo tu conversión al Islam?
—Hace 18 años empecé a prestarle atención al Islam. Creía en la existencia del Señor, siempre creí, pero no tenía religión. Un Corán llegó a mis manos. Luego de leerlo, quise regalárselo a un musulmán que vivía en mi barrio, pero en lugar de aceptar el libro, me propuso estudiarlo en detalle. Estuve estudiando el Islam, analizando el mensaje del Profeta, hasta el año 2010.
—¿Qué problemas enfrentan los musulmanes cubanos para practicar su religión, sufren más restricciones que otros creyentes?
—El principal problema es el gobierno, que ve enemigos dondequiera. Crearon una organización que dice representar a los musulmanes cubanos, pero que en la práctica es incondicional con la política del estado. Esta organización, la mal llamada Liga Islámica de Cuba, de islámica solo tiene el nombre. La dirige Pedro Lazo Torres, que vive del Islam y los musulmanes con total impunidad, protegido por el gobierno.
“Según la Ley del Registro de Asociaciones, no pueden existir dos organizaciones con un mismo objetivo. A principios de la pasada década, los musulmanes se propusieron ser legalmente reconocidos. El 13 de febrero de 2007,la Oficina de Asuntos Religiosos del Comité Central del Partido Comunista creó la Liga Islámica. Dicen que fue reconocida jurídicamente mediante la resolución 89/007, pero dicha resolución no aparece, lo que sí aparece es que la Liga está inscrita en una personalidad jurídica conjunta con varias congregaciones cristianas que pertenecen al Consejo de Iglesias de Cuba, y este, según sus estatutos, fue creado con el fin de adorar a Jesús, algo que los musulmanes no pueden hacer, porque estarían traicionando el Islam. Los musulmanes tenemos a Jesús en un lugar muy encumbrado, creemos que es uno de los grandes profetas, un mensajero, el Mesías, hijo de una mujer que no tuvo contacto alguno para quedar embarazada, pero no es hijo del Señor, porque el Señor no tiene hijo alguno, y no es el Señor ni parte del Señor, porque el Señor es uno y está por encima de su creación.”
“Los musulmanes de mi grupo creamos en 2012 la Asociación Cubana para la Divulgación del Islam, y desde entonces muchas cosas cambiaron, para bien, dentro de la comunidad islámica. En la Asociación todos trabajamos, tenemos las cuentas claras y derecho a saber cómo está el estado de cuentas del grupo. Eso no pasa con la Liga Islámica, que pretende representarnos legalmente, y nunca ha declarado a cuánto ascienden sus fondos.”
“La Liga Islámica tiene un contenedor de libros nuestros secuestrado desde el año 2014. El gobierno lo sabe, pero nada hace, y Seguridad del Estado dice que eso es un problema interno de los musulmanes. Pedro Lazo no nos quiere dar los libros, y tampoco los reparte, que es otra opción que le hemos dado.”
“No estoy seguro de que los musulmanes seamos los que más restricciones sufren en Cuba, lo que sí es seguro es que no la pasamos bien. Tenemos a Seguridad del Estado metida todo el tiempo en nuestros asuntos, acosándonos a nosotros y a nuestras familias. Intentan provocarnos todo el tiempo para que hagamos algo por lo cual puedan procesarnos. Nos acusan de extremistas y terroristas, han tratado de vincularnos con el Daesh. Tenemos a dos hermanos estudiando en la Universidad Islámica de Pakistán, y hace unos días un agente de la Seguridad del Estado fue a visitar a la esposa de uno de ellos y acusó al hermano de estar entrenándose con los terroristas. Les molesta que los musulmanes prosperemos a pesar de todo lo que hacen contra de nosotros. Mientras el Señor quiera, seguiremos cumpliendo con los preceptos del Islam. Tenemos derecho a estudiar, y si no nos permiten tener escuelas ni que los sabios nos visiten, entonces continuaremos viajando a los países donde está el conocimiento.”
—¿Cómo conseguiste peregrinar a La Meca y qué significó para ti?
—Hice la umrah, la peregrinación menor, en el mes de Ramadán de 2014. Hacer la peregrinación en el mes de Ramadán equivale a haber peregrinado junto al Profeta. Pasó algo muy interesante. Los musulmanes cubanos no tenían esperanzas de ir a La Meca. Habían desistido de hacer cualquier intento por muchas razones. Pero pedí al Señor que me llevara a peregrinar. Y quitaron el permiso de salida, Arabia Saudita instaló una embajada en La Habana y una familia saudí muy importante, Al-Muhaidib, me hizo una invitación para pasar diez días en su país. Fui el primer cubano con una visa de la embajada de Arabia Saudita para ir a dos de los tres lugares sagrados. Después de mí, ese año, otros cinco cubanos, incluido Pedro Lazo, fueron a La Meca. Dicen que Alá abrió conmigo la puerta de La Meca para los cubanos. Para mí fue muy impresionante. Espero que más cubanos tengan esa oportunidad, porque hay poco que pueda compararse con una experiencia como esa.
—¿A qué atribuyes tus encontronazos con la policía política?
—Soy antisistema. Si el sistema funcionara, tal vez no me importaría que se llamara comunismo, pero el sistema no funciona y además persigue a los creyentes, y esas dos cosas me molestan mucho. Soy antirrevolucionario porque en las revoluciones suceden barbaridades que van en contra de la naturaleza humana. Pudiera reconocer algo bueno que hayan logrado los comunistas, pero tendría que ponerme a pensar para poderte señalar algo, y no quiero emplear mi tiempo en eso. Los que gobiernan este país viven como burgueses mientras el pueblo pasa las de Caín. No veo mal que algunos vivan como burgueses, sobre todos los que se esforzaron, sin joder a nadie. Si un hombre no tiene trabajo y otro le proporciona uno, en lugar de ver si este último se está enriqueciendo, lo que hay es que agradecerle la oportunidad de tener cómo ganarse el sustento.
“Fui procesado en dos ocasiones por ‘atentado a funcionario público’, pero en ambas ocasiones los policías me agredieron primero y sin razón. Lo que hice fue defenderme, pero contra los esbirros del régimen nunca se gana. Tengo varias partidas de cabeza de los bastonazos que me dio la policía en una de esas dos ocasiones.”
“Mis hermanos musulmanes me han puesto dos veces al frente de la Asociación Cubana para la Divulgación del Islam, y para mí es más importante cumplir con el Señor que estar bien con el gobierno. Si mis hermanos me dieron la responsabilidad de velar por nuestros intereses, para mí eso es lo primero.”
—¿Qué dirías a los que consideran demasiado demasiado audaces, irreverentes y hasta brutales tus poemas?
—Me gusta esa pregunta. Mi poesía es la consecuencia de lo que soy, de lo que vivo y me rodea. Eso me ha costado que desde muy temprano comenzara a caer sobre mí la censura del régimen a través de sus funcionarios y sus instituciones. Funcionarios culturales que no me conocen me invitan a alguna lectura, pero cuando escuchan mi poesía, ya no quieren saber más de mí. En 2017 me invitaron al festival Ítaca, en Mayabeque. Tenían expectativas con nosotros porque les habían dicho que hacíamos buena poesía. Digo nosotros porque pertenezco al grupo Demóngeles, lo que para tratar de evadir la censura nos habíamos inventado un nombre, El Proyecto Proyecto. Leímos allí una docena de poemas, pero no habíamos terminado y ya podíamos ver el miedo reflejado en la cara de los organizadores del festival. Nos habían prometido invitarnos a un evento que hacen en Bejucal, pero nunca sucedió.
“Te comparto un poema que escribí en la campaña contra el Decreto 349, El verdadero Yo: ‘Yo era un lobo solitario/ desflorando la estepa/ hasta que las conejitas/ comenzaron a inmolarse/ Demasiada poesía conceptual/ experimental/ revolucionaria/ folclórica/ estatista estatizada/ Se te pudren los transistores/ Demasiada anáfora divorciada de la sintaxis/ al pie de la letra/ pero de un pie cargado con toneladas/ de peste a pata radioactiva en el corazón/ Aquí bien pude terminar el poema/ pero cierto dictador caribeño/ está falto de una transfusión directa/de arte en vena/ aunque no dudo que otros/ con una segunda opinión/ recomienden que en este caso/ lo mejor es un enema/ de alambre de púas/ a toda velocidad/ ¡Con tanto aromatizante en bolsa negra/ el Palacio de la Revolución / sigue con la misma peste!'”
—¿Qué sueñas para ti, tu país y el mundo?
—Lo mejor. Me gustaría poder de envejecer en Cuba, pero sin dictadura, y que cambiarla no le cueste la vida a nadie. A veces pienso que me hubiese gustado ser una piedra para no enterarme de nada, pero el Señor quiso que fuera un cubano, estoy complacido con eso y me esfuerzo para que la realidad a mi alrededor cambie. El amor a la patria es parte de la fe. Mi patria está gobernada por demonios. Cuba tiene todas las posibilidades para ser un mejor país, pero los militares que regentan esta hermosa isla no tienen ningún interés en que la cosa mejore, y cada día empujan más al pueblo hacia un desenlace que espero no sea terrible, porque la gente cada día está más cansada y empobrecida, mientras que los militares y sus familias cada día son más ricos. Con respecto al mundo, me gustaría que los poderosos piensen más en la mayoría de la gente y menos en ellos, y que busquen acercarse a la palabra del Señor. Implementar lo bueno y oponerse a la maldad, ahí está la salvación de ser humano.