GUANTÁNAMO, Cuba. – Con las celebraciones de este domingo 8 de septiembre de 2019, dedicadas a Nuestra Señora la Virgen de la Caridad del Cobre, culminaron en Guantánamo y en todo el país las fiestas dedicadas a la Patrona de Cuba.
En Guantánamo comenzó a celebrarse la Novena por la Virgen de la Caridad del Cobre en diferentes parroquias desde el pasado sábado 31 de agosto y como en otras ocasiones los fieles hicieron donativos de diversos objetos, entre ellos ropas y alimentos para las personas más necesitadas, y contribuyeron a la formación de una canastilla que siempre la Iglesia Católica entrega a la madre que dé a luz al primer niño que nazca el 8 de septiembre, Día Nacional de la Santa Patrona.
Este sábado 7 de septiembre los fieles del Obispado guantanamero que trabajan vinculados con Cáritas Diocesana dieron continuidad a una tradición que parece haberse afianzado, consistente en amanecer frente al mar, junto a una imagen de la Virgen de la Caridad, en un momento de confraternidad y oración.
Por la tarde, algunos minutos después de las 7:00 p.m. comenzó la procesión de los fieles guantanameros escoltando la imagen de Cachita. La procesión salió —como ya es costumbre— desde la parroquia Nuestra Señora la Virgen de la Medalla Milagrosa —conocida popularmente como La Milagrosa—, situada en la calle Paseo esquina a Cuartel, y desde ahí continuó el recorrido de 14 cuadras y media hasta llegar a la Catedral, situada en el parque José Martí, donde los fieles católicos y demás personas presentes pudieron colocar al pie de la imagen sus ofrendas.
Durante todo el trayecto el Obispo de la Diócesis, Monseñor Silvano Pedroso Montalvo, y los sacerdotes que lo acompañaron en la procesión, leyeron varios fragmentos de la Biblia relacionados con la presencia de la Virgen María y con otros temas vinculados con nuestra sociedad, especialmente la ayuda y el respeto que deben existir entre los seres humanos, sobre todo dirigidos hacia los más necesitados.
Como ya es habitual, la procesión se realizó sin contratiempos, pero se advirtió una fuerte presencia de las fuerzas represivas de la Seguridad del Estado, no sólo entre los fieles que caminaron detrás de la imagen de la Virgen de la Caridad, sino también en las aceras y otros puntos del recorrido, algo que irrita extraordinariamente a las personas vinculadas a la Iglesia y que consideran esa demostración de fuerza como algo innecesario e incongruente con la naturaleza de la festividad.
Pasadas las nueve de la noche de este domingo, uno de los canales educativos de la televisión nacional retransmitió la celebración de la festividad realizada en horas de la mañana en el Santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre, en el poblado homónimo, presidida por Monseñor Dionisio García Ibáñez, Arzobispo de Santiago de Cuba, quien en sus hermosas palabras hizo reiterados llamados a seguir el ejemplo de la vocación mariana con respecto al amor que debemos a los demás seres humanos, un mensaje reiterado mucho por la Iglesia pero que cada día parece más difícil de realizarse en una sociedad como la cubana, marcada por la discriminación política y religiosa, la represión a toda voz discordante con la del gobierno, y por el uso de la cárcel y el exilio forzoso como medios para tratar de doblegar a los indóciles.
En este contexto la voz amorosa de las Santas Escrituras y de los guías de nuestra Iglesia Católica parece destinada a continuar restallando en los oídos sordos de los gobernantes, sin más respuesta que el silencio más rotundo de su soberbia y la prolongación de una práctica gubernamental centrada en el odio y la exclusión, que ha sumido al país en la más profunda crisis de su historia.
Hoy mismo fueron detenidos numerosos activistas prodemocráticos de la ciudad y provincia de Santiago de Cuba y otras ciudades. Lo único que han pedido esas personas es que el régimen cubano respete un elemental derecho humano como es el de entrar y salir libremente del país.
En ese marco se han realizado las fiestas marianas, sin que exista un mínimo atisbo del cese de la división entre cubanos por razones ideológicas.
Y en circunstancias tan oscuras para la patria, cuando un grupo permanece aferrado al poder sin contar con el voto del pueblo, la hermosa décima titulada “Salutación”, del extraordinario poeta camagüeyano Emilio Ballagas, parece continuar traspasándonos el alma:
¿Por qué María, no subes
A los claustros celestiales?
¿Te quedas con los mortales?
Celadora de las nubes
En un coro de querubes
Desciendes con un fanal
De luz sobrenatural
Y pues tanta es tu piedad
¡Virgen de la Caridad
Líbranos de todo mal!
Recibe la información de Cubanet en tu teléfono a través de Telegram o WhatsApp. Envíanos un mensaje con la palabra “CUBA” al teléfono +1 (786) 498 0236 y suscríbete a nuestro Boletín dando click aquí.