LA HABANA, Cuba.- A inicios de 2007, una auditoría “inesperada”, orquestada por el departamento de delitos económicos del Ministerio del Interior que atendía directamente Alejandro Castro Espín, hijo de Raúl Castro, determina la cancelación del contrato con el valenciano Vicente Blasco Amado.
Igual se congelan varios proyectos a los que Fidel Castro, entonces convaleciente de una enfermedad que lo alejara del poder, les había dado el visto bueno pero solo de palabra, entre ellos el proyecto inmobiliario y campo de golf negociado con Globalia y Cristoforetti y que se mantuvo paralizado desde 2006 hasta octubre de 2017.
Dueño del poder absoluto, primero de manera provisional en 2006 y, más tarde confirmado definitivamente como heredero absoluto por su hermano enfermo, Raúl Castro, al mismo tiempo que se deshacía de los hombres más cercanos a Fidel, comienza una reestructuración del sistema económico heredado buscando proveer del control total al equipo que durante años formó, con mucha paciencia, en el Ministerio de las Fuerzas Armadas.
“Todos los proyectos fueron congelados. Cristoforetti tuvo mala suerte, y con él Antonio que se había encargado de convencer a Fidel de aprobar el proyecto”, asegura un especialista, actualmente en funciones, de la división de inversiones del Ministerio de Turismo.
“Por la parte española estaba Globalia y el compromiso de Caja de Baleares que tan solo tenían la palabra de Fidel como garantía, nada legal respaldaba el proyecto, y hablamos del año 2006, pero se enferma Fidel y entonces Raúl manda a engavetar todo …, fue una década en que no hubo respuesta, sencillamente no se hablaba de eso y en ese tiempo se estudiaron otros proyectos, uno de Reino Unido, otro de China y otro par de España, pero ninguno sobrepasaba los 400 millones de dólares, tampoco el primero que presentó Cristoforetti en 2006 alcanzaba esa cifra, fue hace un par años que se empezó a hablar de construir hoteles y casas por mil millones de dólares. Ahí cambiaron las cosas …, el proyecto se hizo público este año, pero ya estaba aprobado desde el año pasado”, afirma la misma fuente.
La “limpieza” de Raúl Castro había comenzado en 2007 con una ola de investigaciones que llevó a medio centenar de personas a la cárcel, igual que terminó con la disolución de Cubalse en 2009.
Cientos de extranjeros propietarios u operadores de negocios en Cuba fueron expulsados del país, de acuerdo con un documento confidencial del Ministerio de Comercio Exterior que obtuvo la agencia AP en su momento.
Al año siguiente continuaron las purgas que en gran medida perjudicaron a Cristoforetti al retirársele los derechos de exclusividad en la importación de bebidas y cigarrillos, algo que ya habían asumido otras empresas extranjeras controladas por el sistema económico de las Fuerzas Armadas.
La catástrofe se extendió a otras zonas de interés tanto para el italiano como para Antonio Castro. Mientras GAESA, en manos de Luis Alberto López Callejas, yerno de Raúl Castro, absorbía, mediante la creación de la firma SASA, la totalidad de los negocios de autos y partes tanto en Cuba como en el exterior, los concesionarios en manos de Cristoforetti fueron empujados a la quiebra.
Son años de verdadero terror en el ramo. En 2011 la venta de automóviles y repuestos hacia la isla disminuyó cuando los dos principales distribuidores, ambos canadienses, fueron acusados de “violar las leyes cubanas”. Mientras esto sucede, la balanza comienza a inclinarse en favor de las personas que integran el nuevo círculo de poder.
Ernesto Machado, hijo de José Ramón Machado Ventura, segundo secretario del Partido Comunista de Cuba, es nombrado Gerente de la sucursal cubana de la empresa alemana CBC inc, una posición que jamás se vio afectada a pesar de que varios empresarios extranjeros decidieron abandonar la isla o retirar sus proyectos de inversión entre los años 2011 y 2014, luego de acusar a Machado de extorsión y de corrupción al posicionar productos por encima de otros competidores, un privilegio que compartía con su amigo Luis Alberto Rodríguez López-Callejas.
Frente a esta debacle, los negocios de Cristoforetti fueron en caída libre. En agosto de 2012 Germovil anunció que cerraría para septiembre de ese mismo año, al igual que las otras concesionarias que abriera Cristoforetti apenas diez años atrás.
El 19 de febrero de 2015, los registros empresariales de Baleares informaron que “según los autos seguidos en juzgado con el no. 87/15 y no. 07040 47 1 2015 0000149, se ha dictado en fecha 19/02/2015, auto de declaración de concurso voluntario ordinario del deudor Germovil, s.a. … se acuerda la intervención por la administración concursal de las facultades de administración y disposición de la entidad concursada”, lo cual pone punto y aparte a un capítulo que no sería precisamente el último de la saga automovilística a los Castro, más cuando la cuenta bancaria de Blafer International S.A. abierta en el Banco Financiero Internacional (BFI) de La Habana nunca fue cerrada y aún continúa operando en dólares y euros.
Si en 2012 se disuelve Germovil, al año siguiente, pero en mayo, el hotel Son Antem de Mallorca pasó a formar parte de Iberostar, convirtiéndose en el primer establecimiento de 5 estrellas que la cadena tuvo en la isla española. De manera coincidente, ese mismo año Iberostar inauguró su primer hotel de lujo en Cayo Guillermo, en la cayería norte de Cuba.
Mil millones de dólares. ¿De dónde saldrán?
A pesar de la mala racha, asociada a los cambios en Cuba, Alessandro Cristoforetti, asociado a su gran amiga María José Hidalgo, se ha lanzado con la mayor inversión de su tipo en más de medio siglo, aun cuando los indicadores de las empresas de ambos socios no son los mejores.
Aunque Globalia, por su parte, ha tenido buenos años fiscales desde 2014 hasta el presente, los registros muestran que su deuda continúa siendo elevada y todavía ronda más de 200 millones de euros, lo cual no significa una crisis insalvable aunque esta los ha llevado a escuchar las propuestas de competidores como Iberia para la compra de Air Europa.
En opinión de algunos medios informativos españoles, es posible que el financiamiento de la futura inmobiliaria asociada a un campo de golf en la Zona de Desarrollo de Mariel, con planes de apertura para el año 2023, corra a cargo de Caja de Baleares, tal como esta prometiera a Fidel Castro en su momento, pero también pudiera existir algún financiamiento no considerable por parte de Unicaja, con la ayuda de otras entidades bancarias latinoamericanas y europeas, aunque otra parte de la prensa española sospecha que provendrá de engaños al gobierno balear por el cobro de los llamados Descuentos de Residente.
Mientras el proyecto inicial de 2006 apenas contemplaba una inversión sobre los 300 millones de dólares y había sido pensado para unos terrenos en las cercanías de Varadero, diez años más tarde se ha convertido en una megainversión que abarcará una superficie de 207 hectáreas con tres kilómetros de costas exclusivos para tres hoteles que en conjunto sumarán 1200 habitaciones.
Luego de varios años congelado, incluso relegado por otras propuestas similares que entusiasmaron más a Raúl Castro, en 2015 Cristoforetti y Globalia transformaron la idea inicial, enfocándola hacia la posible apertura del mercado norteamericano pero, por dudas con el origen del financiamiento, el estudio de factibilidad no fue aprobado, así como las entidades cubanas dilataron el proceso de aceptación debido a los conflictos que generaría la venta y arrendamiento a perpetuidad de casas y terrenos a extranjeros ya sea por la falta de amparo en la Constitución vigente pero también por los intereses en juego dentro del propio gobierno donde algunas figuras dentro del Partido Comunista ven en el proyecto un “peligro ideológico” a corto plazo, mientras que otras lo acogen con entusiasmo debido a las ganancias individuales que les dejará unas inversiones de tal envergadura.
Lo cierto es que, luego de un breve período de silencio, Alessandro Cristoforetti, el mediador favorito, ha reaparecido en la escena económica de los Castro. Su viejo proyecto inmobiliario, pensado junto al amigo Tony, ha sido retomado con entusiasmo y aprobado con celeridad tan solo un par de meses antes del retiro de Raúl Castro, quien además se ha asegurado de que algunos ministerios, como el de Turismo, Fuerzas Armadas e Interior quedaran intactos frente al posible entusiasmo reformista de Miguel Díaz-Canel.
Funcionarios dentro del propio Ministerio de Turismo afirman que se le dio luz verde antes del cambio de poder como para no correr el riesgo de que vuelva a ser vetado por la nueva nomenclatura, pero todo parece indicar que ha sido para no disgustar a los amigos fieles ni revolver demasiado unas aguas ya de por sí turbulentas.