LA HABANA, Cuba. – El pasado 1 de febrero comenzó en toda Cuba la “consulta popular” del anteproyecto de Código de las Familias. El debate se extenderá hasta el próximo 30 de abril y, según datos de medios oficiales, habrá encuentros para la consulta en 78 000 puntos de todo el país.
Con este tema, CubaNet recorrió las calles de la capital de la Isla y recogió opiniones de varios cubanos que, en su mayoría, alegaron desconocer el documento constituido por más de 450 artículos.
El bicitaxista Antonio Font Carreño, aseguró que, aunque desconocía lo plasmado en el anteproyecto de Código de las Familias, sí ha escuchado a muchas personas en la calle que “solo hablan del matrimonio igualitario”.
En este sentido, otro de los consultados, Dallán Castellín Casellas, refirió que sí estaba de acuerdo con la aprobación del matrimonio entre dos personas del mismo sexo o género, único punto que aseguró conocer del anteproyecto de ley.
“Realmente yo quisiera que lo aprobaran. ¿Por qué no? Si uno vive con su pareja, ¿qué más da firmar un papel? Te digo más, muchas amistades mías que no son gais también quisieran que lo aprobaran”, apuntó el joven.
Para los expertos cubanos el anteproyecto en cuestión propone una mayor “inclusión” y refleja la “diversidad de la sociedad cubana”.
Por su parte, la activista LGBTIQ Annery Rivera Velasco calificó de “excelente y maravilloso” el anteproyecto de Código de las Familias, el cual, según dijo, contempla derechos novedosos.
“El Código es maravilloso; yo creo que contempla derechos totalmente novedosos, derechos para la comunidad LGBTIQ por los que hemos luchado durante años y, como siempre digo, este Código es un triunfo del activismo LGBTIQ y feminista”, aseguró.
En ese sentido, señaló que el documento también contiene artículos que “amparan y protegen” a las víctimas de violencia. “Los derechos de la infancia es el otro elemento importantísimo que destaca en el Código”, también destacó.
De acuerdo con Rivera Velasco, algunas personas han expresado temor debido al cambio del término “patria potestad” por el de “responsabilidad parental”, el cual define como un concepto legal “avanzadísimo”.
“Lamentablemente, la gente no entiende, no conoce ese término; por lo tanto no lo comprende y tiende a tergiversarlo y a pensar que los padres no van a tener derechos sobre los hijos en el sentido de poder decidir, orientar, enseñar, educar…, y no es así para nada”, opinó.
Para la activista, hay puntos dentro del anteproyecto que pudieran “pulirse” y otros que podrían incluirse.
“Creo que el Código pudiera ser un poco más explícito en cuanto al derecho del menor a la identidad. Estamos hablando particularmente en cuanto a la identidad de género en este caso”, explicó.
Justo en ese sentido, Rivera Velasco considera que no todo está logrado en el anteproyecto de ley.
Una vez que sea sometido a consulta, el proyecto de ley se presentará a la Asamblea Nacional del Poder Popular y, más adelante, a votación popular. Tras la reforma constitucional de 2019, el Código de las Familias será la única ley sometida a referéndum popular, lo que ha generado críticas de la comunidad LGBTIQ y de activistas de la sociedad civil cubana en general.
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