MADRID, España.- El 19 de marzo de 1887 nació en Cárdenas, Matanzas, uno de los más grandes lanzadores del béisbol cubano: José de la Caridad Méndez Báez, apodado el “Diamante Negro” por la velocidad y el control de los lanzamientos.
Méndez Báez fue el primer pelotero cubano reconocido como una gran estrella en la pelota estadounidense. Brilló a la par en la Liga Cubana Profesional y en las Ligas Negras de Estados Unidos.
Comenzó su carrera en el terreno de la Fundición, de su ciudad natal. Allí jugaba con el equipo La Majagua.
En la Liga Profesional debutó en 1907, y muy pronto fue el principal pícher del Club Almendares, uno de los equipos más reconocidos de la Isla en la época. En 1908 participó en el campeonato cubano con nueve triunfos sin derrotas, con seis juegos completos y 58 ponches propinados en 15 partidos. Durante sus años en la Liga Cubana acumuló 72 victorias y 26 derrotas, para un promedio de .735.
En las Ligas Negras de Estados Unidos compitió por los Cuban Stars y los Monarcas de Kansas City. En estas ligas, de las que fue uno de sus mejores lanzadores, consiguió 87 triunfos frente a 31 reveses.
Con los Monarcas de Kansas City además de jugador fue entrenador; y llevó al equipo a conquistar tres coronas consecutivas entre 1923 y 1925, incluyendo una Serie Mundial.
José de la Caridad Méndez Báez murió en La Habana el 31 de octubre de 1928, a la corta de edad de 41 años, víctima de una bronconeumonía.
En el 2006 fue incluido en el Salón de la Fama del Béisbol de Cooperstown.
El “Diamante Negro” es una de las más grandes figuras del deporte en Cuba de las primeras décadas del siglo XX, a la altura de otros peloteros como Martín Dihigo y Adolfo Luque, el boxeador “Kid Chocolate”, el esgrimista Ramón Fonst y el ajedrecista José Raúl Capablanca.
