MADRID, España.- Esta semana, el régimen cubano reinauguró un monumento en memoria de Emilio Sabourín, leyenda y pionero del béisbol cubano, quien también fuera un destacado mambí.
Como señaló el medio deportivo Play Off Magazine, “fue un acto de justicia histórica para el béisbol cubano”, pues el monumento permanecía desde 1953 en la esquina 5ta y H de El Vedado, en la zona trasera del hospital Maternidad de Línea, muy poco visible.
La imagen en bronce de Sabourín, del escultor Teodoro Ramos Blanco y restaurada para la ocasión, se reubicó en el parque capitalino de Línea y H, a la vista de todos.
Durante la inauguración del monumento este 27 de diciembre, coincidente con el aniversario 148 del primer juego oficial de pelota en Cuba, el historiador Félix Julio Alfonso, decano del Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana, señaló: “Lógicamente, era muy difícil que las personas pudieran acercarse a él, y rendirle tributo a la figura de Sabourín, uno de los más grandes peloteros cubanos del siglo XIX”.
Emilio Sabourín (1853-1897) participó en el mencionado primer juego oficial de béisbol en la Isla, desarrollado en el estadio Palmar de Junco.
Había estudiado en Estados Unidos, y se graduó en una escuela de comercio en Washington. Tras regresar a Cuba en 1868 trabajó como agente aduanero, y estuvo entre los fundadores del Habana Baseball Club (BBC).
Como pelotero alternaba las posiciones de segunda base y jardinero izquierdo. Participó en siete campeonatos oficiales entre 1878 y 1887, y en dieciséis juegos acumuló 15 hits, anotó 11 carreras y bateó para .208. Posteriormente fue mánager de la Liga Cubana.
En 1941 fue exaltado al Salón de la Fama del Béisbol Cubano.
Además de ser una leyenda del béisbol, Sabourín combatió en el Ejército Libertador durante las guerras por la independencia de Cuba.
Sus ideas libertarias fueron seguidas por la emigración cubana de Cayo Hueso, y los tabaqueros realizaban juegos de pelota los domingos para recaudar fondos que enviaban a los mambises.
En 1868 regresó a Cuba de Estados Unidos y se incorporó a la Guerra de los Diez Años, donde tuvo una activa participación.
En 1895 fue arrestado y encarcelado en la fortaleza de San Carlos de la Cabaña, y luego deportado al Castillo del Hacho, en la localidad africana de Ceuta, también colonia española.
Sabourín murió en prisión, por tuberculosis, el 5 de julio de 1897, a sus 43 años.
El también patriota Juan Gualberto Gómez, quien estuvo preso junto a él en la cárcel africana, escribió sobre Sabourín: “Había amado entrañablemente, y casi por igual, estas tres cosas: el béisbol, su familia y su patria”.
Recibe la información de CubaNet en tu celular a través de WhatsApp. Envíanos un mensaje con la palabra “CUBA” al teléfono +525545038831, también puedes suscribirte a nuestro boletín electrónico dando click aquí.
