LA HABANA, Cuba.- El Instituto Internacional de Artivismo Hanna Arendt (INSTAR) que organiza la artista cubana Tania Bruguera inauguró su primera sesión de trabajo, dentro de la sede del proyecto, ubicada en Tejadillo 214, en La Habana Vieja, con la presencia del grupo Critical art Ensemble (CAE) y los artistas Claire Pentecost y Brayan Holmes.
Definido por algunos como la segunda parte del laboratorio pedagógico y experimental Cátedra de Conducta, desarrollado por Tania entre el 2003 y el 2009, y vinculado al Instituto Superior de Arte (ISA), esta nueva iniciativa de Bruguera emerge como un programa independiente de intercambio, que comprende tres áreas principales, abiertas a todo tipo de público: Incubadora de deseos, Incubadora de ideas e Incubadora de acción. Estas son creadas para favorecer un paulatino proceso de educación cívica del pueblo, que impulse la construcción de un proyecto de país más democrático.
Los participantes de este encuentro, entre los que se hallaban artistas visuales, músicos, actores, periodistas, promotores culturales, pudieron dialogar sobre experiencias de trabajo que vinculan tecnología, investigación científica, ecología, activismo y procesos estéticos que se flexibilizan en dependencia del contexto.
Sin embargo el tema del miedo fue una de las cuestiones que más interesó en los debates. Lluvia de ideas que culminaron en la propuesta visual de un grupo de pulovers donde se leía la frase “Podemos confiar los unos en los otros”. Material irónico que buscaba violentar la paranoia y el miedo que tan acendrados se hayan en la sociedad cubana.
Al respecto, Steve Kurtz, uno de los miembros fundadores del CAE, comentaba: “El miedo sobre el que se habla dentro del taller parece ser un secreto público, pues los turistas cotidianos no se enteran nunca que esto sucede. Porque al mismo tiempo que ocurre este fenómeno hay mucha alegría y sociabilidad aquí; y no me explico cómo pueden convivir juntos dos elementos tan opuestos”.
Aunque el taller pudo desarrollarse sin importantes interrupciones, Tania Bruguera no dejó de ser citada por la Seguridad del Estado, en una conversación que se extendió por tres horas; y funcionarios de Inmigración se entrevistaron con los artistas extranjeros que estuvieron presentes en el Instituto.
Sobre la experiencia en INSTAR, Steve Kurtz, quien tiene 30 años de trabajo dentro de su colectivo, desde distintas plataformas como las intervenciones públicas, la multimedia, el performance, la instalación científica o la literatura; afirma que “los modelos de producción que se desarrollan ahora mismo a nivel global no están ayudando a nadie. Ellos tienen que repensarse a sí mismo. Por eso, iniciativas como la de Tania son buenas y no solo para Cuba sino para el resto del mundo”.
Con este primer taller Bruguera deja abierto un espacio de praxis sistemática que contará con un formato variado, pues dialogará con los intereses de los participantes y el intercambio que se genere en cada encuentro.