LA HABANA, Cuba.- “Absuelto por falta de pruebas”, así terminó la historia del rapero cubano Pupito En Sy en la prisión de Valle Grande. El músico salió de la cárcel con siete libretas bajo el brazo llena de textos que esperan ser grabados, y varias certezas que cambiarían el mundo para cualquiera.
“Las cosas que tengo que resolver míralas ahí”, son sus hijos, el niño parece que no está pendiente a la conversación, pero lo escucha todo desde su videojuego, la niña interrumpe cada cinco minutos a su papá para caerle a besos, mientras, Pupito cuenta cómo la Seguridad del Estado intentó chantajearlo llevándole una bolsa de confituras a cambio de “cualquier” colaboración.
“Pero serán ‘cara´ e´ palo’, si yo estaba allá dentro por ellos. Los que me secuestraron fueron ellos”, refiriéndose al órgano represivo que dio la orden a los policías para que le dieran golpes en medio de la calle, y le construyeran la causa de “atentado” por la que le pedían algunos años de encarcelamiento, que no era más que una excusa, cuando en realidad querían silenciarlo por haberse opuesto al Decreto Ley 349.
Una de las cosas que aprendió es que “las prisiones son la manera que tiene el gobierno de mantener al MINIT”, y no se explica por qué hay tantos juzgados por su apariencia o por “convicción”, porque a alguien le pareció que sí pudo haberlo hecho.
Pupito conoció en la cárcel a tres policías que “cayeron presos por corruptos”, y cuando les preguntó uno de ellos respondió, “no hay policías corruptos Pupito, hay hombres necesitados”. Esto quizás responda al por qué hay tantos uniformados en la calle abusando de su poder, pidiendo sobornos, cobrando diezmos pese a que perciben los salarios más altos brindando sus servicios.
“Allá adentro” Pupito tuvo tiempo de escribir las historias de vida que le contaban, y de ponerle nombretes a esos que “roban autorizados, y andan golpeando a la gente”, como “Francis Azuquita, Disney Pancito y Andy Arrocito” a quienes les puso lo que se robaban, y por lo que pasó “14 días en celda de castigo, mojado de sudor todo el tiempo y con los pies con hongos por la humedad”, cuenta.
En la prisión de Valle Grande también estaban “Quintana Almacén, Coba ‘Melollevotodo’ y Vera ‘Vigilaquevoycargao’, quienes se llevaban la comida de los presos o la convertían en sancocho”. Pupito se ríe de esos chistes ahora, pero le recuerdan que hay miles de hombres, “hayan cometido un delito o no, que están viviendo en condiciones inhumanas”.
El rapero contó a CubaNet de la humedad de las celdas, de los amarrados a la escalera como castigo, y de las hermandades que se establecen. Por eso piensa que “hay que ponerle el dedo a Díaz Canel”.
Una de las cosas que Pupito se ha permitido fuera de su casa desde su liberación es ir al evento de Hip Hop la Batalla de los Gallos, pero “me fui antes de que terminara para evitar a tanta gente hipócrita, aunque hubo algunos que me abrazaron y sé que lo hicieron con sinceridad. Me invitaron a ‘echarla’ cerca de allí. Pero no quise, quiero estar concentrado”. Echarla es rapear.
“Ya pasé por el trabajo, y me preguntaron que cuándo me incorporaba, pero ahora me toca organizar mi vida. Tengo seiscientos problemas que resolver”. Uno de ellos es reparar su casa, que se ha estado mojando durante su ausencia. También “quiero retomar la barbería, que cuando me encarcelaron había terminado de pasar el curso”, y este fin de semana ha practicado con todos los niños del solar donde vive.
“En este tiempo me limpié de algunas cosas” y está seguro de que no quiere alcohol ni con sus mejores amigos, porque ahora solo quiere rap.
Recibe la información de Cubanet en tu teléfono a través de Telegram o WhatsApp. Envíanos un mensaje con la palabra “CUBA” al teléfono +1 (786) 498 0236 y suscríbete a nuestro Boletín dando click aquí.