Paulina Álvarez, la “Emperatriz del danzonete”

MADRID, España.- La cienfueguera Paulina Álvarez, nacida en 1912, es la intérprete más representativa y elogiada del danzonete, género musical que, aunque desapareció pronto, tuvo un momento de esplendor en la Cuba de los años 30.
Siendo adolescente, Álvarez alcanzó popularidad tras ofrecer en la radio su versión del popular tema “El manisero”, de Moisés Simons.
Sus primeros éxitos fueron con la Orquesta Elegante, de Edelmiro Pérez, en la que interpretó como solista el bolero “Lágrimas negras”, de Miguel Matamoros y la canción “Mujer divina”, del mexicano Agustín Lara, entre otros.
Con esta agrupación se presentaba en emisoras de radio, fiestas en las sociedades de naturales españoles radicados en Cuba, y en los teatros más populares de la época.
En 1929 el compositor Aniceto Díaz, creador del danzonete (género que mezclaba elementos del son y del danzón), escogió a Paulina Álvarez para interpretar su primer danzonete: “Rompiendo la rutina”. El tema alcanzó tal popularidad que la joven comenzó a ser llamada la “Emperatriz del danzonete”, calificativo que se le quedó para siempre.
Con la Orquesta Elegante y la orquesta de Neno González interpretó la mayoría de sus éxitos como cantante de danzonete.
En 1959 el maestro Gilberto Valdés la invitó a ser de la Gran Orquesta Típica Nacional, asesorada por Odilio Urfé y Rodrigo Prats y que reunió a 64 de los mejores músicos charangueros de Cuba.
Paulina Álvarez, que falleció en 1965 con solo 53 años, actuó por última vez el 18 de mayo de 1965 en el programa de televisión “Música y Estrellas”, en el que cantó, bailó e interpretó “Lágrimas negras” a dúo con el matancero Barbarito Diez, reconocido como el “Rey del danzón”.
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