Para contar Cuba, mejor La Crema que el NTV

CIUDAD DE MÉXICO.- Puede parecer extraño, pero si a alguien le debe La Crema haber encontrado su estilo musical, y con ello el éxito, es al comandante de la Revolución Guillermo García Frías. El general Guillermo fue su primera musa.
Luis Alberto Vicet Vives, conocido como La Crema, cantaba desde la adolescencia y había pasado por diferentes agrupaciones como la orquesta de Cándido Fabré, en su natal Santiago de Cuba, y luego en La Habana fue parte de To Mezclao, hasta que inició su propia agrupación en 2014. Ciertamente tenía una carrera como cantante, aunque no era lo que llamaríamos un músico popular.
Algo que cambiaría en los años siguientes. Estamos hablando de 2019, el mismo año en que el comandante García se viralizó por sus desatinadas declaraciones sobre jutías y avestruces en la Mesa Redonda. De inmediato eso despertó en redes una avalancha de memes, y las burlas no paraban. Vicet veía las reacciones desde su celular y estuvo, como diría él, “maquinando la idea” de escribir un tema y ver qué pasaba.

Antes de eso componía, pero eran canciones de amor, despecho, lo común. Pero no había escrito nada así, de crítica social usando el humor. Finalmente lo hizo en una noche. Porque él compone muy rápido, según cuenta. Su rutina es más o menos así: espera que una noticia esté dando de qué hablar, luego mira las reacciones en redes, lo que dice la gente en la calle y compara la cobertura que le dan a esa misma noticia en los medios oficiales. Con todo eso se nutre, se sienta frente a su computadora y arma una canción.
Eso hizo en julio de 2019, y salió con su tema “El avestruz” para un estudio de grabación en el barrio de Vieja Linda, por donde vivía en ese entonces. Ese mismo día el productor decidió subir un adelanto a las redes y ver cómo reaccionaba la gente. Sin esperarlo, La Crema tenía su primer hit.
La canción no dejaba de compartirse, salía en titulares de la prensa independiente y por último lo invitaron al Programa de Otaola. Con quien ha seguido trabajando. La Crema ha compuesto varios temas de presentación para los shows del youtuber y sus socios comerciales.
Volviendo a “El avestruz” (que de todas sus canciones es la que este santiaguero prefiere), la combinación de Guillermo como musa y Alex Otaola como divulgador hicieron que el tema se propagara. Ahí supo Luis Alberto que ese era el camino: contar desde su música la isla surrealista donde vive. “Yo soy una persona de la calle, que habla con todo el mundo, que escucha, que sufre todo lo que pasa aquí. Eso es lo que me inspira. Me conozco toda La Habana y sé lo que es pasar trabajo.”
La Crema llegó a la capital a los 18 años y con el dinero de la renta de un par de meses. Quería prosperar, tener otras oportunidades, y eso en el oriente del país parecía lejano. Ese dinero no duró mucho y se quedó en la calle. Tuvo que dejar la música por temporadas y dedicarse a trabajar desarmando computadoras o lo que apareciese, pero sin meterse en líos o cosas ilegales. Vivió en Boyeros, Alamar, Guanabacoa, la Habana Vieja. Saltaba de un alquiler a otro sin perder el foco de la música, que era su meta. Seguía intentándolo sin lograr consolidar su carrera, hasta que de un momento a otro ya no era un cantante anónimo. Pero la fama vino con un precio. Primero, en agosto de 2019 cuando tocaba en Matanzas cortaron “sospechosamente” la electricidad.

Apenas había cantado dos canciones, y paró para anunciar una breve introducción sobre la tercera. Dijo que era “un programa de Internet que es lo que más está sonando, un programa de chisme y de brete que se llama Hola Otaola”, explicó en su Instagram después. En ese mismo momento, y antes de que empezara a tocar el tema del show, se cortó el suministro de la luz y su actuación quedó interrumpida.
Siete meses después, el grupo de Vicet no pasó la evaluación a la que debían someterse como músicos. La justificación que le dio el jurado para quitarles su empleo no le pareció convincente y hasta hoy asegura que le “hicieron un número ocho”, en reprimenda por el tipo de canciones que estaba produciendo. “Ya en esa fecha, además de El avestruz, tenía una sobre Internet e hice un tema de la limonada, inspirado en quien tú sabes. La Seguridad siempre se entera, e intuyo que metieron la mano ahí”. Sin embargo, ni remotamente lo pararon.
“No puedo tocar en establecimientos o fiestas estatales. En Palma Soriano, donde nací, la gente me dice: por qué no tocas acá en los carnavales, por qué no te presentas. Me encantaría, pero no me dejan. Tampoco pasan mi música por la televisión o las emisoras. Aún así, todo ha valido la pena porque mi principal logro fue descubrir en qué era bueno, dónde podía aportar algo diferente. Hay quien se pasa toda su vida buscando su don y no lo halla. Afortunadamente encontré mi camino y cómo encausar mi carrera.”
“Por qué me están criticando/ yo canto lo que escucho en la calle/ yo no estoy inflando”
“A mí me dicen La Crema desde la adolescencia porque en el preuniversitario iba un señor que vendía cremitas de leche y lo pregonaba muy simpático. Entonces me apropié de la palabra y saludaba a la gente diciendo: qué volá la crema, y eso se me quedó. Finalmente lo adopté como nombre artístico.”
Luis Alberto asegura que casi nunca a él lo verán molesto. “Soy un gozador de la vida”, se define. Y así ha sido desde niño. Era lo que llamaríamos: el chistoso del aula, el que hacía reír a todos, el que cantaba y bailaba ante la menor oportunidad. De esa manera creció en Palma Soriano, uno de los municipios de Cuba más reconocidos por sus grupos de opositores. “Desde chamaquito yo era el centro y le veía el lado positivo a todo.”
Hoy, dar un vistazo en su canal de Youtube es como recorrer la realidad cubana mes a mes. Ahí él ha recogido desde la sátira lo que le preocupa a la gente, como la subida del dólar o la ruta Habana- Nicaragua. De hecho, la migración es uno de los temas más recurrentes en sus composiciones, y que lo persigue como una especie de obsesión compartida con sus coterráneos. “¿Qué si me gustaría irme de irme? No, qué va. Me encantaría.”
También le ha cantado al “próspero Marianao”, donde no quitan la electricidad, venden pollo diariamente y no hay colas. ¿Miedo a las consecuencias que podría traerle “poner el dedo”? “No hago nada malo. Ni siquiera digo algo que sea mentira. Pero sí, siempre hay un riego en este país.”
La Crema conoce cómo funcionan la represión y la censura en Cuba, y sabe que no necesitan que haga “algo malo” para hostigarlo por ejercer la libertad de expresión. Incluso ha hablado de esos temas en una de sus canciones: “Hay que ser delicadito en la redes sociales porque te coge la ley que tú sabes. Ahora hay que hablar con señas, porque todo vale.”
Todas estas canciones distinguen por el uso del humor y el doble sentido como recursos de crítica social. Una marca que es distinguible en su obra. Sin embargo, de todos sus videos el que más visualizaciones registra en Youtube (132 811) es “San Isidro”. Una canción compuesta cuando el acuartelamiento en la sede de movimiento y que resalta el apoyo del músico a los otros artistas independientes.
Cada canción Vicet la acompaña con un video clip sencillo y sin una avanzada realización, pero simpático. Después de componer graba ese mismo día en un estudio que armó en su casa y al que poco a poco le fue invirtiendo. Al día siguiente filma las imágenes del clip, pide ayuda para que lo graben a él, y esa noche edita él mismo. A base de tutoriales aprendió a hacer sus videos. “Antes me los editaba un muchacho, pero tenía que esperar que él pudiese y no puedo perder el tiempo porque saco todo en caliente. Así que para no depender de nadie aprendí a hacerlo.” La Crema ha entendido que la inmediatez es imprescindible para que su obra pegue. No puede ponerse viejo el tema. En definitiva, es un “noticiero musical.”
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