LA HABANA, Cuba.- Con un espectáculo al estilo del Cabaret poético de Poesía sin fin, este domingo 16 de abril quedó inaugurada la muestra fotográfica OMNI Revisitado, bajo la curaduría de Sandra Ceballos en el Espacio Aglutinador.
OMNI Revisitado, con fotografías mayormente de Gonzalo Vidal, es un recuento de los principales performances del polémico grupo. Esta muestra forma parte del programa Malditos de la posguerra, que pretende presentar a los artistas que han hecho arte y que han sufrido las consecuencias de la posición autoritaria, absolutista de las instituciones culturales cubanas y del totalitarismo del Gobierno cubano.
La confluencia de OMNI ZonaFranca y la artista Sandra Ceballos en un mismo punto propone por sí sola un debate en torno al estado real de las alternatividad cultural en Cuba.
Las percepciones de sus principales promotores son diversas y contradictorias, pero coincidentes en el papel que ha jugado la institución cultural cubana.
Para Ceballos el mayor conflicto fue su crecimiento: “Como creció, se hizo más fuerte y nos volvimos demasiado ‘peligrosos’. Como algunos no tenían claramente definido lo que querían, se fueron por los intereses personales y eso los llevó a negociar con quien no debían, porque desde el momento en que sus invitaciones o en sus programas hay cuños del Consejo Nacional de las Artes Plásticas, empieza siendo como una corporación y dejan de ser un auténticos espacios alternativos. Lo que no saben (es) que esta relación es una manera de desbaratarlo todo”.
La opinión de Ivia Pérez, productora de OMNI-ZonaFranca, es más radical aunque ve esperanzas donde otros creen que no la hay: “Las instituciones lo que están es para ahogar el movimiento alternativo, pero Cuba es una olla de presión y por algún lugar siempre sale el arte”.
Para Sandor, cantante de reggae del grupo Estudiante sin Semilla, los que está faltando es “algunos espacios y más sistematicidad”; y para David de OMNI, “siempre aparece algo nuevo”.
Para quienes frecuentaron estos espacios a principios de los 2000 ya fuera como artistas o como espectadores, el recuento de lo que fue y ya no está se hace inevitable.
“Hace unos años existía Rotilla, Poesía sin fin”, recuerda Ivia Pérez, y se le quedan fuera Voltus V, la Cofradía, el Observatorio Crítico, Cristo Salvador, Estado de Sats, entre otros que, pese a que algunos no tenían sede, constituían un espacio de reflexión y debate en torno a Cuba.
El recuento de David se remonta a la década del 90, y a medida que avanza analiza lo que para él ha sucedido con la alternatividad cubana: “Desde los festivales de rock aquellos que se hacían en Alamar, la generación de hip hop, después vinimos nosotros con toda esta onda de los festivales de poesía, la idea siempre fue aguarnos y lo lograron. La gente se va poniendo vieja, va teniendo hijos, familias, van perdiendo la fuerza esa de estar ‘fajaos’ y muchas veces lo que hacen es irse del país, o se acomodan o empiezan a bajar la velocidad”.
Sin embargo, para David lo que está “sonando” ahora tiene otra cara diferente al arte: “El Sexto metió el grafiti, lo llevó a un grado máximo”, y agrega, “para mí la gente que está pegada ahora es la gente que está más conectada a la civilidad del cubano, la educación cívica, la sociedad civil. Son los más estigmatizados, pero sobre todo en la realidad cubana (…) Los nombres están ahí: Fariñas, Berta Soler, Rodiles. No me gusta decir nombres porque se quedan gente afuera que son mis amigos, pero eso es lo más revolucionario que está pasando ahora en Cuba”.
Aunque nadie menciona a una de las protagonistas del acoso y la lucha contra el arte, como lo ha sido la Seguridad del Estado, finalmente Amaury Pacheco, poeta y fundador también de OMNI-ZonaFranca ve otra cara del fenómeno que hasta el momento nadie había tenido en cuenta: “Creo que la cultura alternativa desapareció. Me lo ha demostrado algunas fiestas que hemos hecho en que la gente recuerda con añoranza y con la necesidad de instalarse en el estado de cosas que crea la alternatividad, y que no existe”.
Y menciona lo que para él son los nuevos escenarios y analiza el contexto cubano: “Ahora están los espacios de reguetón, que es otra alternatividad más inclinada hacia el mercado. La alternatividad tiene que pensar en materia de arte pero también en materia de sostenibilidad. La economía cubana se ha puesto más tensa y el mercado es quien está empezando a influenciar, por lo que hay que adentrarse en un circuito en el que puedas obtener los medios para poder realizar tus proyectos. Y eso marca la diferencia entre el ayer y el hoy”.
No obstante la decadencia o la desaparición de la cultura alternativa, en el evento se pudieron disfrutar de la poesía de Yanier Palao, de la narrativa de Yanya Suárez, de temas de rap de Yudith “La javá atrevida” y de Minerva Romero, de Yasser Castellanos y de “La Anaconda”, entre otros; de la lectura de un artículo de Diario de Cuba y del performance de Luis Manuel Alcántara, y más.