MADRID, España.- El castillo de San Pedro de la Roca, conocido como el Morro de Santiago de Cuba, se levanta a la entrada de la bahía de esa ciudad oriental. Se considera una joya arquitectónica y fue construido en el siglo XVII a partir del diseño del ingeniero militar italiano Juan Bautista Antonelli, quien trazara importantes fortalezas en la Isla como las de El Morro y La Punta en La Habana.
En la década de los sesenta del siglo XX, dirigió su rescate el prestigioso arqueólogo, restaurador de obras arquitectónicas, profesor universitario y especialista en artes, Francisco Prat Puig (1906-1997), uno de los españoles que tras la República buscó refugio en Cuba y adoptó su nacionalidad en 1947. Para entonces había trabajado en edificaciones como en la restauración de la iglesia de Santa María del Rosario. En 1948 empezó a impartir clases en la Universidad de Oriente, en la Facultad de Filosofía y Letras.
La fortificación integraba el sistema defensivo de la ciudad para divisar piratas y protegerse de ellos, y allí se fundó el 23 de julio de 1978 el Museo de la Piratería, con objetos y documentos que rememoran sus ataques, grabados y reseñas de los principales corsarios y piratas que merodeaban el Mar Caribe en los siglos XVI y XVII, como el francés Jacques de Sores, apodado El Ángel Exterminador, que asaltó La Habana en 1555; o Francis Drake o Roc el Brasiliano, que era holandés pero vivió en Brasil y resultó uno de los más crueles que operó en el área.
Desde 1997 el Museo de la Piratería cambió el nombre por el de Museo Castillo del Morro San Pedro de la Roca, para amoldarse a otros contenidos expositivos más amplios y vinculados con el entorno de Santiago de Cuba. Ese año la instalación fue declarada por la Unesco Patrimonio de la Humanidad.
Sus salas expositivas ilustran también la historia y el funcionamiento del fuerte, desarrollo del sistema defensivo en la etapa colonial; muestran armas blancas y de fuego utilizadas en varios siglos. Allí se conoce de los patriotas que estuvieron presos en sus calabozos cuando fungió de prisión; se descubren componentes de la arquitectura militar como foso, puente levadizo, baluartes, aspilleras y polvorín; además de canales y aljibes para el almacenamiento de agua.