LA HABANA, Cuba.- Con la presencia de autores de muy polémicos textos como Ahmel Echevarría Peré y Jamila Medina Ríos, los lauros correspondientes al género Novela y Poesía de ambos concursos nacionales, serán puestos a disposición del público a la una de la tarde de este sábado 3 de febrero en la sala Nicolás Guillén del complejo cultural Morro-Cabaña, como parte de la jornada de premiaciones que el ICL despliega una vez al año, correspondiente esta vez al 2017.
Para entender contemporáneamente a un país en su desarrollo social, se debe consultar siempre “la obra de sus creadores”. Eso dejó plasmado, con palabras que fueron otras, el acta del jurado de ambos concursos.
Caballo con Arzones, que ganó el Carpentier de Novela, constituye excelso ejercicio inquisidor de la individual memoria afectiva, la que se mezcla atrozmente con una colectividad desmemoriada en nación arruinada por los desbordamientos de su sistema político. El escritor, ingeniero mecánico y egresado del Centro Onelio, como algunos otros miembros de la reputada Generación 00, lleva en palmarés sonados triunfos y varios libros de alta escritura que lindan en la experimentación del lenguaje con “garbo y donaire” al decir castizo.
País de Siguaraya que es un poemario prosado (atípico) y escrito con la pericia e insistencia pos-posmoderna de su autora, igualmente arrasadora de triunfos literarios y graduada de todo lo graduable en su prolífica juventud, evoca y disecciona una tierra fragmentada ya, desde tiempo memorial, bajo la mirada cohesiva y personalísima a la que se pueda apelar cuando el sujeto estructurador es uno mismo y a la vez muchos fragmentos del desorganizado “orbe poesis” al que ella encantada se inscribe.
Los lectores encontrarán, entre ambas creaciones, momentos de solaz e introspección clarividente.
La presente edición de la Feria Internacional del Libro tiene invitada a China como garante de multitudes axialmente más ávidas de colorido y alimento que de letras, pero seguramente acudirá al holgorio con varios libros infantiles traducidos al inglés –¡Oh, shakespeareana futuridad!– y algunos pocos ilustres en español, como suelen hacer por comedimiento los invitados extranjeros que ya conocen de lo florida y nutritiva que esta congregación de masas suele ser.
Aunque la Feria aterriza mañana viernes, hasta ayer no se había divulgado el programa oficial de actividades, augurando más cancelaciones o posposiciones y cambios de horarios que lo habitual.
Por restricciones de muy inciertos e insinceros tiempos que corren para el instituto, la fiesta financiada del papel impreso durará diez días en la ciudad, y luego se extenderá hasta mayo a algunas locaciones selectas de la isla.