MIAMI, Estados Unidos. – La exposición “El mundo entero es una Bauhaus” fue inaugurada el pasado 23 de marzo en el Centro de Arte Contemporáneo Wilfredo Lam. La muestra, dirigida por la Dra. Valerie Hammerbacher y curada por Boris Friedewald, estará abierta al público hasta el 21 de mayo de este año.
El título de la expo, tomado de una frase de Fritz Kuhr ―alumno y profesor de la Bauhaus que se convirtió en uno de los puntos de referencia de la modernidad―, invita a descubrir, mediante objetos, fotografías, obras sobre papel, maquetas, documentos, películas y otros soportes, la amplitud y diversidad de las ideas y soluciones propuestas por esta escuela.
Según declaraciones de Hammerbacher a la prensa oficial cubana, la expo ofrece miradas múltiples y fascinantes sobre el trabajo y la dinámica interna de una de las más importantes escuelas de arte del siglo XX, que cambió para siempre la forma de entender el vínculo entre arte, artesanía y vida.

La muestra, que abarca el periodo de 1919 a 1933, va desde la arquitectura y el diseño de objetos cotidianos, hasta la pintura y las artes escénicas, pasando por los modelos de enseñanza.
De acuerdo con el director del Centro de Arte Contemporáneo Wifredo Lam, Nelson Ramírez de Arellano, la llegada de la muestra a “La Habana da continuidad a un ciclo de influencias del modernismo europeo sobre la cultura cubana que ha resultado fundamental para la conformación” de la nacionalidad e identidad criollas.
“El mundo entero es una Bauhaus” fue organizada por el Instituto para las Relaciones Culturales Internacionales de la República Federal Alemana, en colaboración con el Goethe-Institut y el apoyo de la Embajada de la República Federal Alemana en Cuba.
La Bauhaus también llegó a Cuba
De acuerdo con los especialistas a cargo de la muestra, la arquitectura funcionalista europea fue asimilada con rapidez en Cuba a partir de los años 20 del siglo pasado, y en particular las ideas y vocabulario formal de la Bauhaus, que tuvieron notable influencia en los jóvenes arquitectos de entonces.
Uno de los fundadores de la Escuela de la Bauhaus, Walter Gropius, fue inspiración en Cuba. Incluso, el arquitecto alemán hizo amistad con colegas cubanos como Mario Romañach y Frank Martínez.
La huella de la Bauhaus también puede encontrarse en La Habana en obras como el hotel Deauville y el edificio Solimar.
