LA HABANA, Cuba. – Pese al control que ejerce el gobierno sobre todo medio de comunicación, y su influencia sobre la mayoría de los proyectos independientes que nacen en la isla, hoy muchos cubanos ven a la fotografía como un mecanismo eficaz para comunicar esas ideas que le son censuradas en medios oficiales.
Este viernes quedó inaugurada en la Sala de la Diversidad, en La Habana Vieja, la exposición de retratos dedicada al día de la fotografía cubana que se celebra cada 3 de enero.
La exposición, que recoge el trabajo de 41 creadores vinculados a la academia privada de fotografía Cabrales del Valle, contempla una gran variedad de retratos que hacen referencia a la vida cotidiana de la gente común que vive en la Isla.
La muestra tuvo como invitado especial al fotógrafo cubano radicado en Miami, Leo Fernández, un reconocido exponente de las artes visuales en Cuba y el mundo, quien además fue un destacado alumno de la academia.
En las palabras del evento, uno de los presidentes de la academia y curador de la exposición, Ramón Cabrales Rosabal, expresó la importancia que tiene para el ser humano el hablar del retrato fotográfico: “El retrato es el género más complejo de la fotografía, pero es una necesidad porque la fotografía es parte de nuestras vidas y del reflejo de nuestra realidad”.
Precisamente, esta técnica se utilizó por primera vez en Cuba el 3 de enero de 1841, de manos del norteamericano George Washington Halsey, convirtiendo a la Isla en el primer país de Hispanoamericana en tener un estudio fotográfico. Según investigaciones realizadas por Ramón Cabrales Rosabal, quien también es un importante historiador de este arte en Cuba, este local se situaba en la azotea del Real Colegio de Conocimientos Útiles de la calle Obispo número 26. Este hecho se toma como referencia para destacar la fecha como el día de la fotografía cubana.
A pesar de la vasta historia con que cuenta la fotografía en Cuba, y todo el auge que ha tomado la Isla en los últimos años con la ayuda de las nuevas tecnologías, los artistas del lente no cuentan, entre otras cosas, con una tienda que, a precios de mercado internacional, les haga accesibles insumos y piezas para sus cámaras, por lo que se ven obligados de recurrir al mercado negro.
Con la inauguración del hotel Gran Hotel Manzana Kempinski, se abrió en una de sus tiendas un espacio dedicado a cámaras y accesorios de fotografía, sin embargo, los precios aventajan con creces al mercado internacional y al salario de un cubano promedio.
Pese a esta realidad, muchos artistas cubanos son promotores de la realidad de todo lo que acontece en la Isla por medio de sus imágenes que se divulgan ahora con más facilidades por todo el mundo mediante internet y redes sociales. La exposición que quedó inaugurada este viernes es reflejo de cómo la fotografía cubana ha propiciado no solo un espacio para reflejar la realidad del cubano de “a pie” sino que también promueve la creación de una auténtica imagen dentro de la Isla.