LA HABANA.- Se acerca la #00Bienal de La Habana y cinco de los artistas participantes en el evento organizado por Luis Manuel Otero Alcántara y Yanelys Núñez comparten con CubaNet su visión desde sus propuestas, distantes en conceptos y recorrido artístico pero con la idea en común de que la Bienal es necesaria.
Amaury Pacheco, “OMNIpoeta”
“La Bienal es como una extraña venganza. A GRUPO UNO le quitaron el festival, a Rotilla y a OMNI, nos desplazaron, pero esto es una venganza del destino”, dice Pacheco. Recuerda a los festivales de hip hop, música electrónica y poesía de los que fueron protagonistas estos distintos grupos creativos y de producción.
“¿Tú no la puedes hacer? Nosotros la vamos a hacer. La 00. Cristo entrando en La Habana”, añade.
Sus funciones en el comité organizador han sido por el momento las de editar los audiovisuales de promoción de los artistas que participarán, así como coordinar el “Bloque Este” y preparar su propio estudio.
“La Bienal es territorial. La Habana va a estar dividida por bloques y a nosotros nos tocó el Este porque tenemos un espacio de influencia ya creado”, asegura el “OMNIPoeta”, convencido de que Otero Alcántara y Núñez “dieron con una pauta” al proponer la Bienal. “Esto ha generado un entusiasmo, un comprometerse a pesar de que saben que están yendo en contra del status quo”.
“La Bienal 00 me ha dado la oportunidad de conocer a otros artistas porque se ha creado una sinergia que ha levantado una red con diferentes capas de generaciones”, juzga Pacheco.
Yuri Batard y el “Laboratorio de fotografía conceptual”
Desde el primer momento, fue de los amigos que “a manera de juego aunque después se fue poniendo seria la cosa”, estuvo con los organizadores.
“Es una buena idea para que los artistas que no están en la nómina de la Institución puedan hacerse visibles y para que se sepa el otro arte que se hace en Cuba”, sus razones de peso.
“Puede parecer algo loco, pero lo más importante es que los artistas quisieran participar”, y asegura que no para de trabajar entre los participantes extranjeros y el grupo de fotógrafos cubanos que pertenecen a su Laboratorio.
Le ha costado mucho trabajo conciliar su tiempo como organizador y como artista, con un proyecto a exponer.
“Son diez días de actividades diferentes y llevo tiempo trabajando con un grupo de fotógrafos autodidactas con los que voy a intervenir un edificio familiar que requiere una curaduría muy compleja”, revela.
Por el momento, para él es más importante, “ese ruido que ha creado que si funciona o no la Bienal”.
Iris Ruiz
“Mi función en la Bienal 00 es atender artistas internacionales, la obra de algunos cubanos, terminar de montar Las Troyanas, de Eurípides y trabajar a cuatro manos la exposición de la casa Papeles Adjuntos”, dice esta actriz, esposa de Amaury OMNIPoeta, madre de seis niños y Okupa por algunos años sobre lo que se basa la exposición de su Casa-Templo.
De la obra, “(el dramaturgo) Adonis Milán me la dejó premontada: dejó esbozado el diseño de vestuario, los textos, la escenografía”. A ella le ha tocado cerrar “el trabajo con las actrices y montar los personajes”, dice la actriz.
“Archivos Adjuntos consiste en básicamente en el proceso documentado de todo lo que tiene que ver con la historia de la casa”, describe.
Hace unos años, cuando se vio sin un techo que brindarle a su familia, ocupó una casa ilegalmente e hizo de su situación una obra artística pero también un reclamo social.
La Bienal está dando la posibilidad de “sin tanta burocracia ni censura ni tanta cosa, que un artistas diga: ‘mi obra va de esto’ (…) Esto es un aliento al panorama tan deprimido del arte en Cuba actual”.
Soandry del Río, músico, rapero y senderista
Aunque van a subir una loma, el sendero que propone el rapero tiene que ver con el trabajo en equipo, con la alternatividad y con su historia personal.
Su obra se llama Fricción Break. “El título juega con el marketing porque no todo el mundo tiene nuestro sentir y hay que buscar ganchos sin perder la esencia, así que le busqué un nombrecito toca’o”, explica Soandry.
“Luis Manuel y yo siempre hemos tenido una ‘buena talla’, así que le dije que lo apoyaba en todo lo que pudiera”, confiesa.
En una charla en casa de Tania Bruguera se dio cuenta de que “queremos transformar lo que está fuera pero no trabajamos con cierto roces internos y se me ocurrió hacer una especie de ejercicio democrático porque uno de los conflictos que tenemos los cubanos es que no sabemos trabajar en equipo”, asegura.
El artista está tratando de invitar a Michel Matos, creador y productor de Rotilla, para que cuente su experiencia. “Me parece clave entender qué pasó con Rotilla, hasta qué punto estábamos organizados o conscientes del poder que tuvimos y que no sabíamos que lo teníamos. Y las consecuencias de actuar como un lobo solitario y sus consecuencias para después a la hora de juntarse”.
“Fricción Break es para todo el que sienta parte de la Bienal y crea en el mejoramiento del arte”, señala.
“El ejercicio democrático” consiste en “subir una loma bastante grande, hacer una puesta simbólica de lo que sería la bandera de la Bienal y después bajar e irnos a una playa bastante rústica y hacer un recuento de todo lo que hemos ganado y lo perdido. ¿No dicen que las montañas hermanan a hombres y mujeres? Pues esa es la cosa. Salir de la vorágine social, de la inercia capitalina, de la zona de confort y recordar qué es la ‘fricandá’”.
La homoerótica de Nonardo
“No tenía pensado participar en la Bienal, pero finalmente quiero hacer un collage de todo lo que he hecho en video y en fotografía”, dice Nonardo Perea, quien además es el premio Gaveta Kafka 2017 por su novela Los amores ejemplares.
“Y qué mejor lugar que mi casa donde lo he hecho todo: mis audiovisuales, mis cortos de ficción, mi obra fotográfica”, y añadiría, su obra literaria.
Nonardo pretende jugar con “la función de las redes sociales y la gente que come mucha mierda con el ‘like’ y el ‘comparte’. Haré un performance en el cuarto para que la gente interactúe conmigo”.
Su casa se convertirá en “un espacio instalativo”.
“A mí la Bienal me brinda reconocimiento”, confiesa. “No pertenezco a nada, no estudié en San Alejandro. Soy independiente. Y aquí a los independientes se les da de lado, y más a mí que soy evidentemente gay”.