NUEVA YORK, Estados Unidos.- Vladimir Putin se aprovecha de las debilidades del gobierno de Nicolás Maduro y en forma ladina logra convenios que le permiten utilizar los puertos de Venezuela para sus buques de guerra.
Recientemente, un artículo en la revista rusa Sputnik expone que el régimen de Vladimir Putin firmará garantías para poder establecer una base de hasta tres embarcaciones al mismo tiempo en la nación bolivariana.
Este convenio con el gobierno de Miraflores surge al mismo tiempo que llega la ayuda económica de Moscú para apoyar la dictadura venezolana de Nicolás Maduro.
Putin ordenó al ministro de finanzas, Antón Siluánov, reestructurar la deuda del país latinoamericano, que asciende a casi 3000 millones de dólares.
Moscú de este modo, vuelve a salir al rescate de Maduro, en su peor momento económico.
Buques
Según la revista rusa, el convenio facilita las visitas recíprocas de buques de guerra, disposición ya publicada en el portal de información legal pravo.gov.ru.
Pero el acuerdo va más allá de los puertos y prevé también el uso del espacio y los aeropuertos de Venezuela.
Por todos estos acuerdos la dictadura de Nicolás Maduro logra un enorme respiro económico, donde se especifican “condiciones de pago muy ventajosas de la deuda de casi 3000 millones de dólares, especialmente en el primer tramo”, según aseguró el Ministro de Finanzas ruso Antón Siluánov.
A finales de 2011 Rusia había concedido a Venezuela un crédito por valor de 4000 millones de dólares para la compra de armamento, que se emplea en la represión del pueblo venezolano.
Petróleo
También Maduro ha vendido el petróleo a Moscú. En agosto de este año, el gigante petrolero estatal ruso Rosneft transfirió a Venezuela 6000 millones de dólares en concepto de adelantos por suministros de petróleo venezolano a esa compañía de aquí a 2019.
La estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) cumplió a finales del pasado mes de octubre con el primero de los grandes pagos de deuda internacional, al abonar alrededor de 900 millones de dólares que la quebrada empresa debía liquidar en concepto de amortización a los tenedores de sus bonos.
Con el convenio ambas partes salen altamente beneficiadas: Nicolás Maduro logra un respiro en la cuantiosa deuda y Vladimir Putin obtiene una estratégica ventaja en sus ambiciones de dominio, mirando desde Venezuela a su rival, los Estados Unidos.
(Con material de Sputnik e Infobae)