El desafío que significa para Occidente, hacer prevalecer la libertad de expresión, se puede ver en cada rostro, especialmente en Francia, afectada por el peor hecho terrorista en su territorio, con el ataque a la revista satírica Charlie Hebdo el pasado 7 de enero.
“El mundo ya no es el mismo”, comentaba moviendo la cabeza Jacques Beltran , un señor que acude diariamente a una panadería en Francia, donde adquiere su “baguettes”, el pan largo y crujiente, tradicional del país.
Y tiene razón. Como el ataque del 11 de septiembre cambió a Estados Unidos y otras naciones, el sentimiento de este francés se extiende hoy por todo el Viejo Continente y el resto del mundo.
Desde hace años, algunos dirigentes políticos habían advertido el peligro, del empeño de la mayoría de los musulmanes por adueñarse de los países donde radican.
Occidente está hoy bajo la amenaza de distintos grupos que quieren ser los que dominen el mundo… y matar y avasallar a los restantes.Lo estamos viendo, llenos de horror, con los militantes de Al-Qaeda, el gobierno Islámico y el feroz Boko Haram en Nigeria.
¿Qué pasará en el futuro?
Son “Ellos contra Nosotros” y si no se toman medidas internacionales concretas para atajarlos, terminarán en muy poco tiempo, por dominar el mundo.