LA HABANA, Cuba.- La aparición de inusuales renglones como la cría de avestruz, la producción de huevos de codorniz o la tenería de pieles exóticas, junto a la tímida introducción del sector bancario, son las novedades más significativas de la Cartera de oportunidades de inversión extranjera lanzada durante la recién concluida Feria Internacional de La Habana (Fihav).
Las ilusiones generadas en 2014 con la nueva apertura de Cuba al capital foráneo han perdido fuerza en el camino. La tercera edición del portafolio orientado al empresariado internacional evidencia parte de ese desgano. El documento repite propuestas que no acaban de encontrar un buen postor y agrega tímidas ofertas que aún deben sortear la desconfianza.
Los inversionistas no acaban de “caer rendidos” ante los trozos del pastel cubano. En parte por las trabas en la contratación y los miedos que despierta la dualidad monetaria, pero fundamentalmente porque no se avizora ninguna flexibilización a corto plazo que haga del país un sitio atractivo y seguro para instalar un negocio.
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