MIAMI, Estados Unidos.- La filosofía cultural de una nación determina su reacción a los retos que enfrenta. Los cursos de acciones políticas que una nación elige fluyen de las ideas dominantes que sostiene, lo que significa que la relación entre filosofía y políticas es directa y práctica.
Estados Unidos se fundó bajo la filosofía del siglo 18 de la Ilustración o Edad de la Razón, que abarcaba un conjunto de ideas que establecían la razón como fuente primaria de autoridad y legitimidad. Esas ideas fijaron el rumbo de las revoluciones políticas de los siglos 18 y 19 que concentraron el objetivo del gobierno en la protección de los derechos individuales.
Nuestra Declaración de Independencia descansa en las ideas políticas del filósofo precursor de la Ilustración John Locke. Nuestros conceptos de gobierno limitado y la requerida separación de poderes vienen de El espíritu de las leyes (1748), de Montesquieu, y Adam Smith nos dio la lógica del libre mercado en La riqueza de las naciones (1776). La genialidad de los Padres Fundadores fue convertir esas filosofías de la Ilustración en acciones para crear una nación-Estado.
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