El diario madrileño El País lamenta en un editorial que cuando las protestas enVenezuela están a punto de cumplir dos meses, después de más de 30 muertos y centenares de heridos y detenidos, no se vislumbra ningún atisbo de solución.
El País afirma que “el presidente, Nicolás Maduro, sigue enrocado en la intransigencia, disfrazando de sabotajes y conspiraciones una realidad de ineficacia gubernamental, polarización y hartazgo ciudadano”.
Para el matutino la detención de tres generales acusados de preparar un golpe de Estado forma parte de esa estrategia “conspirativa”, y recuerda que desde que llegó al poder Maduro, siguiendo la tradición de su mentor, Hugo Chávez, ha denunciado más de 30 complots.
Apunta el editorial que el anuncio sobre el arresto de los militares coincide con la visita a Caracas de una delegación de cancilleres de la Unasur.
Un objetivo de la visita es apoyar la “conferencia de paz” convocada por Maduro. El problema –dice el periódico madrileño– es que los hechos (la persecución de los dirigentes opositores) desmienten la voluntad de diálogo, o por lo menos lo vuelven imposible
Asevera el editorial que ni el ala moderada de la oposición ni nadie creíble va a sentarse a la mesa de diálogo de Maduro mientras siga la escalada represiva y los grupos de matones continúen asesinando impunemente.
Concluye El País vaticinando que, después del grado inédito de violencia a que están siendo sometidos los venezolanos, encima del castigo de la carestía y el desabastecimiento, la criminalidad y la merma en las libertades, nada en Venezuela va a volver a ser como antes.