Mientras grupos de interés en este país se esfuerzan por mejorar las relaciones de Estados Unidos con Cuba, el régimen de La Habana da pruebas de que este no es el momento para que Washington suavice las restricciones al comercio y los viajes.
En una carta firmada por más de 40 prominentes empresarios y ex diplomáticos
norteamericanos, se insta al presidente Obama a aprovechar los esfuerzos de Raúl Castro por reformar la moribunda economía para cambiar las regulaciones sobre comercio, viajes e inversiones.
Entre los firmantes hay dos ex jefes de la misión diplomática de Estados Unidos en La Habana, así como Thomas Pickering, Strobe Talbott y Arturo Valenzuela, ex funcionarios del Departamento de Estado.
Veamos sucesos recientes en Cuba para considerar si el momento es oportuno:
• El principal grupo de derechos humanos en la isla informó sobre un marcado aumento de los arrestos breves de disidentes cubanos en el primer trimestre del año, un total de 3,821, más del doble de la cifra del primer trimestre del 2013. Los líderes de derechos huma nos dicen que esto refleja un creciente descontento popular y la determinación del gobierno de acallarlo.
• Esta semana, la bloguera Yoani Sánchez lanzó un periódico digital llamado 14ymedio. Lo bloquearon poco después de su lanzamiento, y a los que veían el sitio en Cuba los dirigían a otra página dedicada a criticar a Yoani. Es la labor de un régimen incapaz de tolerar la libertad de expresión.
• Esta semana, una publicación del Consejo de Seguridad de la ONU emitió un informe sobre el intento de Cuba de romper el embargo internacional de envío de armas al régimen de Corea del Norte el pasado julio. Aunque el Consejo de Seguridad podría terminar dándole a Cuba un simple regaño, el informe no deja duda de que la participación cubana en el incidente del buque Chong Chon Gang fue una violación del embargo internacional de armas.
• Entretanto, cuatro años y medio después de su arresto, el ciudadano estadounidense Alan Gross cumplió 65 años este mes en una cárcel cubana. El pretexto para su encarcelamiento no equivale a otra cosa que a una infracción aduanera, pero en realidad lo mantienen preso como un rehén político, con la esperanza de que el gobierno de Estados Unidos lo cambie por espías cubanos en cárceles norteamericanas.
Y esa es solo una lista parcial de recientes violaciones del régimen cubano de reglas de conducta reconocidas internacionalmente, violaciones que ocurren con deprimente frecuencia en la isla.
En marzo, por ejemplo, las Damas de Blanco informaron que agentes de la Seguridad del Estado detuvieron a varias integrantes del grupo que distribuían juguetes en un parque y confiscaron los 60 o 70 juguetes. El día de Pascua aquí en Miami, el arzobispo Thomas Wenski pidió a los fieles en la Ermita de la Caridad que dedicaran oraciones especiales por la disidente cubana Sonia Garro y otras dos personas encarceladas sin juicio en Cuba desde poco antes de la visita del Papa a La Habana en el 2012.
Estas muestras de autoritarismo indican que el gobierno de Obama no debe hacer concesiones a los intransigentes déspotas de La Habana. Hasta que liberen a Alan Gross, no se pueden suavizar las sanciones contra el régimen cubano.