Un tribunal cubano condenó a penas de cinco años de cárcel a tres jóvenes implicados en un plan de deserción de destacados peloteros mediante una operación de contrabando humano que habría organizado desde Estados Unidos el jugador Yasiel Puig, estrella de Grandes Ligas.
El Tribunal Provincial Popular de Cienfuegos falló contra los acusados Eduardo Antonio Soriano Díaz, de 21 años, Dumay Pedroso, de 34, y Ramón Eusebio Navarro, de 24, por su participación en un frustrado intento de fuga del estelar lanzador Noelvis Entenza y otros peloteros del territorio a finales del 2013, según la sentencia obtenida por CaféFuerte,
Soriano Díaz fue condenado a cinco años de privación de libertad como autor del delito de tráfico de personas y cumplirá su sentencia en un establecimiento penitenciario del Ministerio del Interior. Los dos restantes acusados fueron hallados cómplices del acto delictivo y sus sanciones fueron conmutadas por trabajo correccional con internamiento por igual término.
Puig en el candelero
El dictamen judicial, de nueve páginas, fue emitido tras el juicio celebrado el pasado mayo contra los tres acusados, con la participación de Entenza como testigo clave del proceso, e insiste en la participación de Puig y Raúl Pacheco Hernández, ambos residentes en Estados Unidos, como las personas que concibieron el operativo ilegal.
“Los ciudadanos no habidos Yasiel Puig Valdés y Raúl Pacheco Hernández, los cuales residen en el extranjero, decidieron beneficiarse económicamente y optaron por presentarle a las ligas de beisbol norteamericanas, peloteros cubanos que tuvieran talento y experiencia y para materializar sus propósilos concibieron extraer de Cuba a los referidos peloteros”, afirma la sentencia.
Soriano Díaz es hermano de Yunior Despaigne, un ex boxeador del equipo nacional cubano y amigo de infancia de Puig. Despaigne hizo la travesía marítima con Puig rumbo a México en junio del 2012 y su declaración jurada es ahora clave de una demanda civil presentada contra el pelotero en un tribunal de Miami.
El nombre de Puig salió a relucir en varias ocasiones durante el proceso judicial. La fiscalía utilizó testimonios que lo describen fraguando el plan de deserción, por vía telefónica, en colaboración con Pacheco Hernández.
Pacheco Hernández fue el organizador de la fuga de Puig hacia México y presuntamente encabezó su rescate cuando el jugador fue retenido por los contrabandistas de los Zetas por no pagarles el dinero acordado por la entrada a México.
Informando a la Seguridad
Los testimonios de Entenza y de un sobrino suyo que -según el documento- fue el denunciante de los hechos, resultaron fundamentales para llegar al veredicto. En el caso del lanzador, que coincidió con Puig en los equipos de Cienfuegos en series nacionales, se reconoce que informó oportunamente a la Seguridad del Estado sobre la propuesta recibida, aunque luego titubeó en sus declaraciones tratando de favorecer a los acusados.
Entenza, miembro de la selección nacional, declaró que tanto Puig como Pacheco Hernández intentaron persuadirlo para que abandonara el país, garántizándole un medio naval y los gastos para ejecutar la travesía, así como la gestión para obtener un contrato inmediato en Grandes Ligas.
La incitación de Puig para que Entenza desertara se habría producido por vía telefónica en octubre del 2013. Por esa fecha los Dodgers estaban jugando en la postemporada y Puig se había convertido en la sensación del equipo.
De acuerdo con la acusación, los tres implicados visitaron a Entenza en más de 15 ocasiones para convencerlo de que aceptara la propuesta. Soriano Díaz prometió al sobrino de Entenza, Francisco Pérez González, que si convencía a su tío podría sumarse al viaje sin tener que abonar dinero alguno.
Entre los peloteros de Cienfuegos que se habrían mencionado como potenciales desertores estaba Erisbel Arruebarruena, ex torpedoro titular del equipo Cuba y quien terminó escapando de la isla a finales del 2013. Arruebarruena firmó este año un contrato de $25 millones por cinco años con los Dodgers.
De fugas y demandas
Al menos otros cinco jugadores de Cienfuegos, entre ellos José Dariel Abreu, hoy titular de los Medias Blancas de Chicago con un contrato de $68 millones, escaparon de la isla o solicitaron baja del equipo de Cienfuegos desde mediados del pasado año.
El pasado mayo, Entenza pidió oficialmente su baja de Cienfuegos para jugar en La Habana la próxima Serie Nacional, fijada para iniciarse el 21 de septiembre.
Puig, convertido en una figura emblemática de los Dodgers, enfrenta actualmente una demanda civil en un tribunal federal de Miami. El juicio está previsto para comenzar el 16 de noviembre del 2015, aunque sus representantes legales siguen presionando para evitarlo.
La demanda, presentada por el abogado Avelino González, se sustenta en la Ley de Protección a las Víctimas de Tortura, de 1992, que permite demandar a extranjeros por su participación directa en acciones que provoquen daños, prisión y abusos de lesa humanidad.
La reclamación contra Puig y su madre Maritza Valdés González proviene de Miguel Angel Corbacho Daudinot, quien cumple una condena de siete años en Cuba por el testimonio ofrecido por el jugador en un juicio por tráfico humano. Un caso que repite el mismo patrón de los tres condenados ahora en Cienfuegos.
“Es hora de poner fin a la impunidad de peloteros que se han prestado al juego con el gobierno cubano para proteger sus beneficios en perjuicio de personas que han terminado injustamente en las cárceles cubanas”, dijo González a CaféFuerte.
González lleva también una demanda similar contra el lanzador Aroldis Chapman, responsabilizándolo por el arresto y condena a prisión de Danilo Curbelo García y Carlos Rafael Mena Perdomo, víctimas de las supuestas delaciones de Chapman ante las autoridades cubanas.
El juicio contra Chapman comenzará el próximo 17 de noviembre