LA HABANA, Cuba, enero, 173.203.82.38 -Lejano a todos mis pronósticos y gracias a la “cortesía” del General Presidente, pude estar presente en la entrega del premio de la Fundación Príncipe Claus a la intelectual y bloguera cubana Yoani Sánchez. El laurel se le entregó el viernes 7 de enero de 2011, por el trabajo realizado en los últimos años, en el desarrollo de la blogosfera alternativa insular y en especial en su blog Generación Y.
Le doy las “gracias” al dictador, no por enviarme su auto personal para llegar a tiempo, liberarme de algunas de mis tareas o facilitar la alimentación de mis hijos o mi madre enferma. Nada de eso. Solo porque -y he ahí que toda la gloria del mundo cabe en un grano de maíz- el General impidió graciosamente a Yoani salir de la isla, a recoger el merecido premio a la lejana y fría Holanda. No le entregó, a través de su servicio de emigración y extranjería, la pequeña tarjeta blanca que autoriza a los cubanos, nacidos en Cuba, a cruzar el mar.
Gracias a esa “pecata minuta”, merced que gozan los autócratas del siglo XIX, Yoani recibió el premio en la residencia del Embajador del Reino de los Países Bajos, en La Habana, en presencia del Cuerpo Diplomático europeo acreditado en Cuba y de más de una centena de amigos, familiares y compañeros de las lides ciudadanas. En primer lugar Theo Escobar, el hijo adolescente, y Reinaldo Escobar, su esposo; los puntales de su proyección personal y profesional.
Estaban Dagoberto Valdés, Director de la revista Convivencia, ganador del honorable Príncipe Klaus en 1999, Guillermo “el coco” Fariñas, Premio Sajarov 2010, los intelectuales y blogueros Miguel Iturria, Miriam Celaya, Eugenio Leal y Dimas Castellanos, entre muchos amigos y compañeros.
La ceremonia fue discreta y bien organizada. El Embajador Ronald Muijzert, anfitrión de la premiación fue exacto en sus acciones y presentaciones. Yoani, como siempre, en el agradecimiento desplegó con precisión su oratoria clara y afilada y hasta vaticinó:
“Este año el monopolio estatal sobre la información verá como le surgen algunas nuevas grietas. Este 2011 puede ser el escenario para concretar algunos retos periodísticos con los que fantaseo hace un buen rato”.
Cierto que si a Raúl Castro y su pléyade, en un rapto de supina democracia, levantaran ya las prohibiciones a moverse libremente a Yoani y a todos los cubanos, de todas maneras yo no hubiera podido viajar a Europa y me hubiera perdido el acontecimiento. Por eso me aplico la regla de que a veces lo que sucede conviene, o mejor: si la vida te da limones, haz limonada.
“Gracias” General, por permitirme participar en la Premiación de la Fundación Príncipe Klaus.