LA HABANA, Cuba, octubre, 173.203.82.38 -La antesala al lanzamiento número 10 de la revista Voces, la noche del viernes 30 de septiembre, fue como estar atrapado entre dos Habanas. Una Habana, extenuada por el discurso y la desilusión, era vista desde diapositivas proyectadas en la pared del apartamento de la bloguera Yoani Sánchez. La otra, adormecida, vista desde el balcón, en el piso 14, esperaba lánguida la puesta de sol.
En pocos minutos aquella sucesión de imágenes fue interrumpida por breves reseñas sobre los textos publicados en esta nueva edición de la revista, en la voz del escritor y fotógrafo, Orlando Luís Pardo. Blogueros, periodistas independientes, prisioneros políticos, abogados, economistas, activistas LGTB y otras personas, se sumaban al espectro de las voces contestatarias.
“Los corresponsales extranjeros ante una disyuntiva”, es la contribución de Yoani Sánchez que abre la revista Voces. El advenimiento de la “hora cero”, como describe Sánchez el fin del castrismo en Cuba, y la primicia que todo corresponsal extranjero añora conseguir cuando llegue ese momento, hacen que para mantener sus acreditaciones estén plegados a los intereses del Centro de Prensa Internacional (CIP).
Yoani Sánchez, subordinada a las nuevas tecnologías de la información, califica de vanguardia el periodismo independiente y la blogosfera alternativa. Tacha de “corresponsables” a quienes ven por el catalejo oficial y plagian, cuando se les presiona desde fuera, cada acontecimiento narrado por individuos sin credenciales, diestros que comprimen los horrores del castrismo en los 140 caracteres de un twitt.
El prolongado retiro espiritual protagonizado por los pentecostales de la calle Infanta, bajo el manto pastoral de Braulio Herrera, el entramado de especulaciones en torno a esto y la espera del juicio sobre Cuba, como signo definitorio, es el tema que aborda el texto de Ariel Pérez Lazo, que considera que tal juicio tuvo sus antecedentes en el vaticino del pastor pentecostal Orson Vila, en 2003, el mismo año en que Fidel Castro ordenó fusilar, como escarmiento, a tres jóvenes y procesó a 75 opositores pacíficos.
Las páginas 7 a la 11 de la revista son una prolongación del juicio sobre Cuba, ya no desde un contexto apocalíptico-religioso, sino desde la pena de muerte vista desde dos enfoques diferentes.
Si bien Ernesto Morales y Enrique del Risco tienen puntos convergentes a la hora de resarcir salvedades, el primero sugiere que oponerse a la pena capital se “ha convertido, sospechosamente, en una de las banderas coloridas que enarbolan los adoradores de la modernidad”. Para del Risco, quienes callan ante la muerte tienen tanta responsabilidad social como quienes “la piden a gritos”.
Voces sigue con relatos de los escritores José Gabriel Barrenechea y Ramón Díaz Marzo. Barrenechea traza su periplo por la historia de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), mientras Díaz Marzo aporta fragmentos de su novela “Cartas a Leandro”.
El exiliado Baltasar Santiago Martín, rememora su visita a Cuba y el reencuentro con la tía enferma en su natal Matanzas, en un texto titulado “Cambios de sexo, merolicos y almendrones, y el cuartico igualito”. En tanto Roland Alum, define en 13 puntos su análisis comparativo sobre las dictaduras de Rafael Leónidas Trujillo y Fidel Castro.
El sector turístico en Cuba y su peso en la economía desde los años 50 del pasado siglo, es la temática escogida por Kelvin Fahrenheit, mientras Belkis Cuza Malé, adorna la revista con los “Poemas de la mujer de Lot”.
Otros nueve trabajos completan el número 10 de la revista Voces: Desénfasis, de Ihoeldis Michael Rodríguez, El lado oculto de Hechos con Metallica, de Camilo Ernesto Olivera, La gran guagua china, de Jorge Enrique Lage, La historia del enamorado hombre-luna, de Miriam Celaya, Historia del ojo, de Manuel Pereira, y Boring Home o Itinerario existencial en medio de La Hanada, de Manuel Cuesta Morúa, entre otros.
Otra Habanastation, “la que vio Yoss”, como resumió Orlando Luís Pardo, cierra la revista Voces. “El príncipe de Miramar y el mendigo de La Timba”, arquetipos distantes e incompatibles con los creados por el novelista Mark Twain, pero que bien polarizan la diferencia de clases en la Cuba “sociolista”.
El número 10 de la revista Voces es la imagen de Cuba, deletreada en 64 páginas. Otro renglón en el certificado de defunción del castrismo.