LA HABANA, Cuba, abril (173.203.82.38) – “Songo le dio a Borondongo, Borondongo le dio a Bernabé, Bernabé le pegó a Muchilanga”, dice la guaracha inmortalizada por Celia Cruz. Ahora el régimen quiere acabar con ese relajo del dale al que no te dio, y con otro mayor, y la emprende contra las indisciplinas sociales, que en realidad son delitos
A fines de marzo comenzó en Santiago de Cuba el llamado ejercicio nacional a cargo de los comités de vigilancia de los barrios, y la policía. La batalla contra la delincuencia, que aumenta a diario, está enfocada a patrullar las zonas donde los índices son mayores, aunque, como dijo a este reportero Zoraida Mora, miembro de un comité: “¿Qué lugar está a salvo de delitos en estos tiempos? La operación evidencia el crecimiento de las actividades delictivas”.
El operativo va contra el robo dentro de las propiedades y a las personas; robo de electricidad, destrozos de teléfonos públicos, hurto y sacrificio de ganado mayor (85% de los delitos en el campo), sustracción de cables del tendido eléctrico y de angulares de torres metálicas de cables de alta tensión, entre otros.
“Las transgresiones de la ley son tantas que andan por todas partes. Sobre todo desde que empezó la oleada de despidos. El gobierno no puede atajar este problema y recurre a los comités de vigilancia. Yo, que he vivido tiempos buenos y malos le aseguro que si no hubieran tantas prohibiciones y tanto control del Estado sobre las personas, habría menos delitos”, según la opinión del ciudadano Román Guerra, miembro de un comité de San Pedrito, Santiago de Cuba.
“No hay razón –dice Guerra -para echarle la culpa al otro de todo lo que pasa, como en la vieja guaracha que cantaba Celia, porque de eso hace más de cincuenta años”.