LA HABANA, Cuba, enero (173.203.82.38) – Hasta Chicho, un impedido físico que vende a peso las bolsitas de nylon que escasean en la tiendas, en la calle Séptima de Santa Fe, está enterado del alboroto que han creado en el mundo las revelaciones de WikiLeaks. Lo supo porque le comentaron que en una de sus Reflexiones, Fidel Castro afirmó que WikiLeaks había puesto de rodillas al Imperialismo.
-Bueno -me dijo Chicho-, yo me preocupé, porque si ponen de rodillas al Imperialismo, se jodieron las tiendas recaudadoras de divisas y no podré vender las bolsitas a peso.
Esa es la preocupación de Chicho. Otra es la del panadero, que espera ir de visita a Miami. Y otras son las de mi vecina Amalia, que tiene a sus tres hijos en Estados Unidos y le envían una remesa mensual que le permite dormir en paz con algún alimento en el estómago, además de invitarla a Miami cada cierto tiempo.
Pero Chicho es el más preocupado, porque presiente que se le va a caer el negocio de las bolsitas, y no tiene otra cosa que inventar.
Para calmarlo, le pregunto si sabe que Fidel Castro, hace ya algunos años, dijo lo mismo: que con la ayuda del guía supremo de Irán, pondría de rodillas al Imperialismo yanqui.
Chicho abrió los ojos desmesuradamente, y como si acabara de descubrir la rueda en pleno siglo XXI, exclamó:
-¡Qué vaina! Entonces es que el hombre sueña con aviones, o con las musarañas.