LA HABANA, Cuba, mayo, 173.203.82.38 -El poeta, pintor y crítico de arte Pedro de Oraá Carratalá (La Habana, 1931), en entrevista exclusiva para Cubanet, nos habla de su obra y de su última exposición personal, inaugurada el 13 de abril, que permanecerá hasta mediados de mayo, en la galería “Orígenes”, en La Habana.
C: En su recién inaugurada exposición “Contrarios y Complementarios”, muestra un cambio significativo en sus creaciones plásticas ¿A qué se debe eso?
P. O: Sí, es lo que quiero hacer ahora, una nueva propuesta. Realmente en la exposición la proposición es el juego de blanco y negro. Lo digo en el catálogo, que el fondo juega también con las formas, en el contrapunto entre el blanco y negro, de fondo y fondo. Por eso es que trabajo sin color, para que la forma se conjugue con el fondo. Es un juego de espacios. La mejor forma de ilustrarlo es eliminar el color y que sea la forma pura la que establezca este juego. Con esta temática vuelvo sobre mis pasos. Retomo lo que yo hacía a finales de los años cincuenta, cuando estaba incorporado al grupo “Los Diez Pintores Concretos”. Vuelvo a la abstracción geométrica. La segunda propuesta es tomar eso mismo y, con ayuda de la tecnología moderna, con la computadora, cojo esos trabajos, esas figuraciones geométricas, y las estilizo. Con los recursos de la computación, las formas se pueden distender y condensar. Estoy sometiendo, el sentido de la forma que yo tengo, a esa herramienta, y después, el resultado lo llevo al lienzo.
C: ¿Ud. está utilizando las tecnologías informáticas?
P- O: En la medida que puedo aprovechar esos recursos y aplicarlos a mi idea. No es que el resultado lo encuentre allí, es una herramienta del proceso.
C: ¿Qué busca expresar a través de las tecnologías informáticas?
P.O: El tema es un poco complejo, yo no quiero abrumar al espectador con las ideas que manejo en esta segunda propuesta. Yo quiero manifestar en la forma algo que se da en el espacio exterior. Incluso, tengo una exposición anterior que llame “Horizonte de eventos”. Me refiero a lo que plantean los astrofísicos, los que estudian el Universo en profundidad, sobre todo un científico como Stephen Hawking, con sus estudios de los agujeros negros. Alrededor de esos agujeros negros se dan los fenómenos de adsorción de la energía, de la luz. Se da por supuesto, que en ese proceso las formas se estiran, y yo aplico ese fenómeno que se ha llamado “espaguetización de la masa”, sin llegar a tanto porque llegaría a hacer líneas nada más. Me conformo con hacer formas muy expandidas. Es una especie de paralelo, para buscar explicar ese mundo de la física. Porque el hombre ha ensanchado su mundo, ya no es el mundo de la apariencia, el llamado mundo real, cotidiano. Hay un microcosmos que es real y un macrocosmos que también es real. Nosotros somos el término medio.
C: Ud. es uno de los tres artistas del grupo de los abstractos concretos que quedan vivos. ¿Cómo se creó el grupo?
P. O: Bueno, hay dos grupos. El grupo “Los Once”, en el que habían abstractos y figurativos (abstractos informalistas y neo-figurativos), que como grupo trabajaron apenas tres años, de 1953 a 1955. Lo formaron los pintores: Fayad Jamis, Hugo Consuegra, Guido Llinás, Raúl Martinez, Antonio Vidal, Viredo Espinosa, René Ávila y los escultores: Agustín Cárdenas, Francisco Antigua, José Antonio Díaz Peláez y Tomás Oliva. Cuando Raúl Martínez salió del grupo, entro José Y. Bermúdez.
C: ¿Por qué fueron once los expositores?
P. O: Eso fue completamente coyuntural. Lo que ocurrió fue que se realizó una convocatoria a una generación, a todos los que hacían arte moderno, para exponer, y se presentaron sólo once. Pudiera haber sido otra cantidad. En una entrevista Antonio Vidal declaró: Es que no aparecieron más locos. En realidad fue la única vez que expusieron los once, después en otras convocatorias fueron menos. Pero se conocen como el grupo “Los Once”. Siempre me han adjudicado la membresía al grupo. Yo era muy amigo de la mayoría de los miembros del grupo, muy vinculado con ellos, incluso colaboraba en sus exposiciones. Pero nunca expuse con ellos. Porque en aquella época entendía que mi pintura no tenía nada que ver con ellos. Después sí me integré con el grupo “Los Diez Pintores Concretos” (Abstractos geométricos), 1958-1961. Forme parte de Los Diez junto a: Loló Soldevilla, Sandú Darié, Luis Martínez Pedro, José Mijares, Pedro Álvarez, Salvador Corratgé, Alberto Menocal, José Rosabal y Rafael Soriano. El grupo “Los Diez” surge en 1957, cuando Loló y yo fundamos la galería “Color Luz”, una galería que se mantuvo abierta desde el año 1957 hasta mediados del año 1960, no puedo precisar si llegamos hasta 1961, porque ya se estaban creando galerías oficiales, estatales y el Museo Nacional estaba tomando otra forma. De ese grupo aún vivimos José Rosabal, que reside en Nueva York, Rafael Soriano, en Miami, y yo. Los que se dedican a la Historia del Arte sólo mencionan el “Grupo de los Once”. Pero existieron otros grupos también.
C: Cuáles eran las diferencias estéticas entre “Los Once” y “Los Diez”?
P. O: En “Los Once” había pintores abstractos y figurativos. Los únicos que eran un grupo cohesionado y homogéneo fueron “Los Diez” que tenían un proyecto estético muy especifico. Hay una diferencia entre abstracción geométrica que es abstraccionismo geométrico, que es la que hacen los concretos y abstracción informalista, que es la mancha informal, porque no hay una configuración definida.
C: ¿Hasta cuándo trabajaron Loló Soldevilla y Ud.?
P. O: Ambos fuimos fundadores del Grupo y trabajamos juntos muchos años. Ya en 1960 yo me independizo y ella comenzó a trabajar en la Universidad de La Habana y en otras actividades.
C: ¿Ud. conoció a Antonia Eiriz? ¿Tuvo alguna relación con el grupo de “Los Diez”?
P. O: Sí, la conocí, Antonia era independiente. Con nosotros no expuso. Fue invitada varias veces a exponer con el grupo “Los Once”.
C: En el caso de Antonia Eiriz, hubo un momento de desencuentro con el sistema socio-político. ¿Qué es lo que Ud. recuerda de eso?
P- O: No sé hasta qué punto la historia sea precisa, pero es la que yo conozco. Ella hizo un cuadro en que aparece, en primer plano, un podio con micrófonos. El cuadro se llama “La Tribuna”, es una vista desde detrás del podio y lo que se ve al frente es el público, que lo conforman las figuras que ella hacía, figuras grotescas, como anormales. Entonces los de siempre, los dogmáticos, interpretaron que eso estaba dirigido a menoscabar a la figura política principal del país. Se tomo como una obra “disidente”. La reacción de Antonia fue retirarse y no pintar más. Creó un taller en su vivienda, en el reparto Juanelo, en el municipio San Miguel del Padrón y se dedicó a impartir clases de Papier Maché a los niños y jóvenes.
C: Después de más de medio siglo de la experiencia de “Los Once” y “Los Diez” ¿Qué valoración retrospectiva hace Ud. de aquella etapa?
P. O: Creo que fue una etapa heroica. Creo que Antonio Vidal tenía razón al llamarnos “loquitos”. Porque realmente aquello era cosa de locos. En un medio hostil, sobre todo hostil doblemente, primero por la situación político-social del momento y segundo porque la abstracción no era bien vista, porque no se entendía. No se entendía, porque nadie estaba preparado para eso. Y creo que con mucha razón, la actitud esa la entiendo. La historia del arte es milenaria y la abstracción es una revolución que se produce dentro de la historia del arte y apenas tiene cien años.
En el Museo Nacional de Bellas Artes en el 2010 se organizó una exposición de pintores abstractos cubanos, para celebrar el centenario de la abstracción. Se toma como referencia el cuadro del pintor ruso Wassily Kandisky, que titula “Primera acuarela abstracta”. Algunos investigadores dan la fecha de creación 1910. El era consciente de que se trataba de algo no usual, algo nuevo. Es posible que hubiese manifestaciones de arte abstracto anteriores a eso, pero los artistas no eran conscientes de que se trataba de algo novedoso. A finales de la primera década del siglo XX, la vanguardia artística rusa era la más importante de Europa. La fecha que yo conocía era 1910, ahora algunos investigadores la sitúan en 1913. Pero nosotros tomamos como referencia el año 1910. Con Kandiski la vanguardia es numerosa, a ella pertenecen Kazimir Maliévich, creador del suprematismo.
Cuando se produce la revolución, en 1917, toda esta vanguardia se incorpora a trabajar en la revolución como profesores, en programas pedagógicos para enseñar el arte a la población. Esto marchó muy bien hasta que muere Lenin, y Stalin toma el poder. Entonces pone un salvaje, Zhdánov, a dirigir la cultura y se impone el Realismo Socialista como arte oficial. A toda esa vanguardia comienzan hacerle la guerra, los artistas perdieron sus trabajos y tuvieron que emigrar del país. Por eso la mayor parte de esas obras, el volumen más importante de las obras, no está en Rusia. Esta en Europa Occidental y Estados Unidos.
C: ¿Cual considera Ud. que fue la piedra angular que impidió que en Cuba se impusiera el Realismo Socialista?
P. O: Por nuestra idiosincrasia. Nadie hubiera hecho caso a eso. Además, en los años cincuenta, como había dicho antes, fue la época heroica en que se manifiesta el arte abstracto. Quienes lo hacen en estos dos grupos y algunos artistas que no estaban incorporados, eran varios autónomos que hacían pintura abstracta. Hacíamos arte a contracorriente. Había que hacerlo con una fe tremenda. Si teníamos esa fe, por qué íbamos a dejar imponernos otra cosa. Espontáneamente, yo asumí el tema de la revolución en los primeros años, hice mi figuración y algunas cosas. El Museo Nacional de Bellas Artes tiene algunas piezas de esa época en los fondos. Lo espontáneo tiene su valor, lo impuesto no.
C: ¿Ud. sintió que le ejercían algún tipo de presión por su obra?
P. O: Nunca. Nadie me prohibió lo que estaba haciendo. Además, en esencia este movimiento abstracto era el revolucionario, era un arte revolucionario. Aunque muchos críticos llegaron a decir que era un arte escapista.
C: ¿Eso lo decían los apologistas del Realismo Socialista?
P. O: Le voy a decir una cosa: había excelentes artistas dentro del Realismo Socialista. Porque eran buenos, independientemente del tipo de arte que hicieran, eran buenos artistas. Además, había una tradición realista en el arte ruso muy buena, eran mejores realistas que los Realistas Socialistas. Los extremos se unen. La política cultural que promovió Hitler era ferozmente contraria a todo lo que oliera a vanguardia, él quería un arte tradicionalista, académico. Por eso, cuando ocupa los países de Europa vacía los museos y las obras de los abstractos, de la vanguardia rusa, que estaba instalada ya en esos museos, la sacan. Con una selección de esos cuadros hace una exposición que se llamaba: Arte degenerado. Para mostrarle a la población que ese era el arte que no se podía hacer y los quema. Ahora, ¿Stalin que hace? Saca los cuadros del Hermitage y otros museos y los esconde en los sótanos de los museos y lo llamó arte burgués, arte decadente.
C: ¿Según usted, toda esa fortaleza artística, revolucionaria, del arte abstracto, que se logró en Cuba en la década de los años cincuenta, impidió que en los sesenta se impusiera en las artes plásticas el Realismo Socialista?
P. O: Sí, porque era muy fuerte. Además, se contaba con artistas con una formación muy sólida. Por ejemplo, Servando Cabrera Moreno hace pintura con el tema social, pero lo hace muy bien. No es un realismo rancio. Pongo a Cabrera Moreno porque me parece el más aceptable, incorpora el tema social de una manera creativa, no es una pintura de cliché, no es panfletaria. El propio Raúl Martínez, que crea un buen abstracto, por un tiempo hace una ruptura tajante con la abstracción y realiza una obra con tema social a su modo, una especie de Pop. Tenía muchas coincidencias con el Pop, aunque yo no creo que fuera típico Pop. Es un modo de clasificarlo que se ha aceptado. Fue muy peculiar, muy original. Después volvió al abstracto.
C: Con su sapiencia acumulada ¿Que les trasmitiría a los jóvenes creadores que se inician?
P. O: Que ejerzan su libertad. La única manera en que se puede crear es con libertad. Que todo lo que realicen sea sintiéndose libres. Si no son libres en lo que hacen no creo que el producto sea exitoso.