GUANTÁNAMO, Cuba, agosto, www.cubanet.org -Este 24 de agosto se cumplen 62 años de la muerte del Dr. Antonio Sánchez de Bustamante y Sirvén, una figura sobresaliente dentro del panorama cubano del derecho y la política republicanos. Nació en La Habana, el 13 de abril de 1865. Los estudios de Derecho los realizó de forma alterna entre La Habana y Madrid. En 1884, se graduó como Licenciado en Derecho Administrativo. En 1886, se licenció en Derecho Civil y Canónico. Y ese mismo año obtuvo el doctorado en ambas disciplinas.
Durante más de sesenta años, el Dr. Bustamante ejerció como abogado y profesor de la Universidad de La Habana. Se cuenta que su bufete, ubicado en las calles Aguacate y Muralla, era uno de los más concurridos. Orador brillante, publicó sus discursos, los cuales no se caracterizaban por buscar la impresión del auditorio, gracias a su facilidad de expresión, sino por el interés de comunicar ideas y enseñar. Fue un intelectual muy vinculado con los medios de comunicación. Lo demuestra su labor al frente de la Revista del Foro, entre 1893 y 1899, y de la Revista de Derecho Internacional, de la que fue fundador. También colaboró en “La lucha” y “El hogar”.
En el Diccionario de la Literatura Cubana hay una nota crítica sobre su persona al consignarse que su renombre internacional como jurista lo puso al servicio del dictador Gerardo Machado. Realmente presidió la Asamblea Constituyente, que aprobó la prórroga de poderes al dictador, y luego presidió el acto solemne que le entregaría el doctorado Honoris Causa, una decisión adoptada por la alta casa de estudios de la capital.
Sin embargo, cuando cayó la dictadura de Machado, y fueron asaltados los comercios y las viviendas de sus colaboradores (varios de ellos asesinados por las turbas), el Dr. Bustamente no sufrió ataque alguno, lo cual habla de su altísimo prestigio entre la población.
Su normativa común para América sobre Derecho Internacional, fue aprobada en 1928, durante la celebración del Sexto Congreso Panamericano, en Cuba, y tal fue la difusión y brillantez de la obra que se le conoce como el Código Bustamante. En 1908, veinte años antes de la aprobación de su famoso código, fue nombrado miembro de la Corte Permanente de Arbitraje de La Haya, y, desde 1921, juez de la Corte Permanente de Justicia Internacional, adscripta a la Sociedad de las Naciones.
Fue también el primer presidente de la Academia Nacional de Artes y Letras de Cuba, y doctor Honoris Causa de las Universidades La Sorbona (Francia), Columbia (E.U.A.), y San Marcos de Lima, (Perú). Debido a sus conocimientos y a su oratoria, numerosos altos centros de estudios solicitaban sus servicios.
A pesar de ser una figura prestigiosa de nuestra cultura, el Dr. Antonio Sánchez de Bustamante y Sirvén es un desconocido para la gran mayoría de los cubanos. Ninguna escuela lleva su nombre, tampoco ninguna entidad pública. Ni el gobierno ni sus adláteres de la Unión Nacional de Juristas de Cuba, le han dedicado un homenaje público. En 2001, el cincuentenario de su muerte pasó inadvertido. Y hasta donde conozco, jamás se celebró el centenario de su natalicio, ocurrido en 1965.