Este 27 de noviembre, en un apartamento del reparto habanero de Alamar activistas de la sociedad civil y artistas de varias manifestaciones se unirán en una jornada cívica cultural contra la represión y el racismo. La convocatoria al parecer ya genera la inquietud represiva de las autoridades policiales que nuevamente amenazan a los organizadores del evento
Ciento cuarenta y dos años después que cinco anónimos integrantes de la hermandad secreta Abakua se inmolaran ante la soberbia colonial para intentar rescatar a los estudiantes de medicina injustamente fusilados aquella tarde, varias organizaciones cívicas y culturales independientes se reúnen para protestar y reclamar solidaridad frente al ensañamiento represivo que sufren los opositores a lo largo de la Isla.
Los organizadores del evento en un Mensaje Urgente difundido hace varias semanas denuncian, las cotidianas golpizas y atropellos y las desproporcionadas peticiones fiscales con que el gobierno cubano pretende contener el descontento y la oposición creciente. El mensaje asegura:
…Hay unos símbolos cívicos, no los únicos, de ese odio al diferente negro. Se llaman hoy Sonia Garro Alfonso y Ramón Alejandro Muñoz, condenados ya, antes de cualquier juicio legal, por el prejuicio de un Estado abusador y racista que pretende encerrarlos con largas penas de prisión por la criminalización de la resistencia cívica y cultural que va creciendo en las zonas marginadas de la revolución. Hay otros nombres y otros símbolos: Damarys Moya Portieles, Iván Fernández Depestre e Iván Hernández Carrillo quienes sufren constantemente, en prisión o en las calles, la vejación, la humillación y la violencia de un régimen incapaz de metabolizar racionalmente un nuevo dato social: la afrodescendencia cubana se incorpora, organiza y protagoniza sus propias resistencias…
Desde hace varias semanas agentes de la policía política han tratado de disuadir bajo amenazas a los anfitriones del evento y en la mañana del miércoles 26 de noviembre entregaron una citación a Eleanor Calvo Martínez, Directora del Observatorio Ciudadano contra la Discriminación (OCD), quien debía presentarse en la unidad local de la policía en la mañana del día 27.
Desde La Habana los organizadores del evento reafirman su determinación de cumplir el compromiso empeñado y responsabilizan a las autoridades cubanas con las consecuencias de cualquier nueva embestida represiva frente a un legítimo acto de manifestación cívica y cultural.