LA HABANA, Cuba, marzo, 173.203.82.38 -Las redes sociales surgieron hace mucho. Desde que aparecieron los primeros gremios de artesanos, profesionales, etc… hasta hoy, el desarrollo de estas redes corrió a la par del desarrollo tecnológico y contribuyó al desarrollo del ser humano como ser social.
¿Pero qué son las redes sociales? Son conjuntos complejos de relaciones entre miembros de un sistema social. Es imprescindible comprender que mujeres y hombres necesitan ante todo relacionarse para existir como seres en sociedad, y para ello es absolutamente necesario comunicarse.
En la Cuba del siglo XIX, ya se habían ido creando instituciones independientes del Estado, que conforman el entramado de la sociedad civil. Entonces, había ya sociedades gremiales de azucareros, cafetaleros, tabacaleros y obreros portuarios cubanos.
Estas instituciones y entidades sociales hallaron su medio de expresión en las publicaciones periódicas, en los diarios, boletines, revistas de la época. Con el nacimiento de Cuba como una república independiente, las redes sociales propiciaron el incremento del tejido que conformaría la sociedad civil cubana y tuvieron en su mayoría sus medios de comunicación.
Con la llamada revolución cubana comenzó el desmantelamiento de la sociedad civil, en principio, con la prohibición de otros partidos políticos y de cualquier tipo de asociación. Desaparecieron los espacios físicos, pero sobre todo los jurídicos, donde la sociedad civil ejercía sus derechos y donde participaba libremente.
Con el afán de sustituir las destruidas redes sociales independientes del Estado, el nuevo régimen, instaurado en 1959, constituyó una serie de llamadas “organizaciones de masas”, que encerraran ideológicamente a los ciudadanos en sectores dominados por la política estatal.
No fue hasta finales de los años 80 o principios de los años 90, cuando se dieron las condiciones internas y externas para el resurgimiento de movimientos independientes que lucharan por restablecer en Cuba una sociedad civil independiente.
Entonces comenzó a surgir el movimiento de periodistas independientes, de economistas, organizaciones de defensa de los DDHH y otras, todas ilegales.
Llegados a este punto, es justo valorar el surgimiento de una oposición organizada en cantidad de grupos, movimientos y partidos, los que aún en formación y actuando contra las leyes impuestas por el poder hegemónico, han conseguido trasladar a miles de cubanos, en casi treinta años, un pensamiento independiente. También han sabido vencer el monopolio de la información que el régimen ha mantenido por tanto tiempo en detrimento de la libertad de información y de expresión.
Un ejemplo patente ha sido la creación, en los últimos años, de la Red Cubana de Comunicadores, encabezada por Martha Beatriz Roque Cabello, Arnaldo Ramos Lauzurique y otros colaboradores, que agrupó a varias decenas de comunicadores en toda la isla.
Al incidir en la realidad social de Cuba y trasladar sus comunicaciones al mundo, a través de sus conexiones con otras redes, ellos han contribuido a darle visibilidad a una realidad que el Gobierno oculta. Por eso, el futuro incremento de las redes sociales en la Isla depende de nosotros.
Desde finales del año pasado, afanados por comunicarse con la población, producen el boletín Redecillas y la revista trimestral Comunidad, en conjunto con el Instituto Cubano por la Libertad de Expresión y de Prensa.
En 2007, un grupo de periodistas independientes, ensayistas y amantes de la literatura sin censura, crearon el Club de Escritores de Cuba, que recientemente celebró con éxito sus primeros cinco años de veladas literarias y promoción de nuevos autores.
Otras acciones, siempre en este sentido de conseguir vías para expresarse libremente, realizan la Red Cívica de Bibliotecas Reinaldo Bragado, que edita la revista Curazao 24. Además, la revista Voces, producto del trabajo de Yoani Sánchez, Reinaldo Escobar, Orlando Luis Pardo, es otro ejemplo análogo. Como también lo constituye la revista Convivencia, que confeccionan, en Pinar del Río, un grupo de esforzados defensores de la libertad de expresión, encabezados por Dagoberto Valdés.
Todos estos esfuerzos, en diferentes direcciones pero con igual sentido, garantizan el enriquecimiento de producciones independientes en el entorno del tejido cívico-social. Su incidencia en la población reforzará la unidad en la comunidad, tan necesaria para el cambio democrático.
Las posibilidades de utilizar las Tics en Cuba todavía son reducidas. Poco a poco, mediante el uso de la telefonía móvil, por parte de los grupos opositores, periodistas independientes y blogueros, se ha establecido una red de comunicación inmediata por donde vehiculan mensajes que informan y permiten trasladar a usuarios de otras redes el incremento de la represión, los atentados a la libertad de expresión y las agresiones que sufren los propios opositores.