LA HABANA, Cuba, enero (173.203.82.38) – En la playa Guanabo, en un sitio llamado La barca, a cien metro del mar y sobre un promontorio, se encuentra Villa Coral, el hotel de descanso de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba.
Hermosa construcción con diez habitaciones rodeadas de jardines, un parque para niños, un estanque con peces, un restaurante, un bar y una pista de baile siempre vacía. Las obras de artistas plásticos como Fabelo, Nelson Domínguez, Choco, Ever Fonseca, aparecen por los rincones de la instalación, en pinturas, jarrones, cerámicas, estatuas.
Villa Coral también es un sitio preparado para la lectura por los miembros de los jurados internacionales, encargados de dictaminar qué escritor subirá al pináculo cada año en los concursos de literatura.
Pero un misterio convertido en leyenda por los custodios y el personal de servicio del hotel pone sobre aviso a los huéspedes cuando se instalan el primer día. Cuentan que por las noches se escuchan canciones y poemas entonados por voces que flotan en el ambiente y, además, un gato negro ronda los pasillos y se han visto de madrugada extrañas siluetas deambulando por los jardines.
El año pasado, en la habitación número 2, amaneció muerto un guionista de cine, y hace unas semanas, en la número 8, un joven realizador de video de la filial de Bayamo vio algo raro ya en la madrugada, y sufrió un ataque cardíaco. Su madre, cantante de música campesina y miembro de la UNEAC, despertó a gritos a los huéspedes para que la ayudaran, pero su hijo murió camino al hospital.
Dice uno de los custodios del hotel que tantos enigmas quizás se deban a que la edificación fue construida sobre un antiguo cementerio, y pide a los huéspedes que escuchan sus historias. Que en la habitación número 1, por ejemplo, las ventanas y la puerta se abren sin que nadie las toque, y que en el cuarto existe un hoyo negro. Todo el que allí se hospeda, siempre pierde algo.
Puedo dar fe de lo que afirma el custodio: la única vez que disfruté de un descanso en Villa Coral, despareció mi cepillo de dientes.