LA HABANA, Cuba, diciembre, www.cubanet.org- En el año 2004 nació la “Cátedra Haydee Santamaría”, bajo la coordinación del científico, jurista y antropólogo Dimitri Prieto Samsónov, y del historiador Mario G. Castillo. Ambos comenzaron este proyecto dentro de la Sección de Crítica e Investigación de la Asociación Hermanos Saíz, en la provincia de La Habana. Más tarde, la Cátedra vivió momentos de reestructuración interna y renacieron con el nombre de “Observatorio Critico“.
Mientras existió la Cátedra, entre sus principales objetivos se encontraba propiciar el encuentro sistemático de jóvenes creadores, investigadores socio-culturales, científicos sociales y humanísticos, críticos artístico-literarios y promotores de la cultura. Este núcleo de jóvenes inquietos optó por auto gestionar sus programas y acciones. También en ese periodo lo hicieron los grupos alternativos, Grupo 1, OMNI, Matraca Producciones.
A lo largo de estos años, el Observatorio ha logrado realizar varias acciones que se caracterizan por su impacto humanista e incluyente. Cabe mencionar el Encuentro cultural antifascista “Jonás y la Ballena”, para el abordaje crítico de la historia y actualidad de las tendencias fascistas, evento que se realizó en julio de 2004.
Una de las acciones que marcó un hito se concretó el 12 de marzo de 2005. Fue el evento teórico “Las otras herencias de Octubre”, en la sede de la UNEAC capitalina. Éste abordó principalmente las características de la esfera socio-cultural emergida en el siglo XX, a raíz de la de la Revolución de Octubre.
Otras de las iniciativas de la Cátedra fue el espacio “Pensar el Reagetton”. La primera acción de debate en torno a este tema fue en junio del 2007, en La Madriguera, y la segunda fue en la primavera de 2012. Sin embargo, la Cátedra cayó en el colimador de la policía política en noviembre del 2009, pues varios de sus integrantes caminaron en la “Marcha por la no violencia”.
En agosto de 2008, dieron a conocer los documentos programáticos, “Cuba necesita un socialismo participativo y democrático. Propuestas programáticas”, y “Propuestas para el avance al socialismo en Cuba”. Esencialmente, ambos plantean la necesidad de una economía que priorice la socialización de la propiedad y de la apropiación de los resultados del trabajo. Y que propicie el cooperativismo amplio, el trabajo libre asociado, las formas de economía auto y congestionadas en diverso grado, y el trabajo por cuenta propia, personal y familiar, contemplando la pequeña y mediana empresa privada.
Ellos creen que se puede desarrollar una “democracia sustantiva”, que, a su vez, empodere al pueblo en las cuestiones de gobierno a todos los niveles. Como la inmensa mayoría de los cubanos, saben que sin libertad plena, sin socialización de la economía, no hay patria, nación ni “socialismo” posibles.
Como grupo organizado, los miembros del Observatorio Critico se dieron cuenta de que al “papá estado” le incomoda esta vertiente de “pensamiento crítico”. Quizás sería saludable que de la raíz que propició, tanto la Cátedra como el Observatorio, surgiera parte de la “nueva plataforma política” para la Cuba democrática a la cual todos aspiramos.