LA HABANA, Cuba, junio (173.203.82.38) – En los últimos días los medios de difusión han informado acerca de las asambleas provinciales del Partido Comunista, las que siempre han contado con la presencia del segundo secretario, José Ramón Machado Ventura.
Las imágenes de televisión muestran a un Machado regañón, a veces colérico, dando manotazos a la mesa para ser más enfático en sus intervenciones, y reiterándoles a los asistentes que cualquiera puede ser removido de su cargo si no cumple eficazmente las orientaciones de la máxima dirección. Pero, sobre todo, anotando en una agenda las ineficiencias que salían a la luz a medida que los militantes hablaban.
En el momento de redactar este artículo, quedaban pocas asambleas por concluir en las provincias orientales y algunas del centro. Como denominador común sobresalen la generalizada indisciplina laboral, la poca exigencia de los cuadros administrativos, el descontrol sobre los recursos, la tolerancia de los militantes ante lo mal hecho, el paternalismo, y en ocasiones un falso espíritu triunfalista que impide evaluar las deficiencias en toda su magnitud.
La agenda de Machado Ventura, sin embargo, iba a reservar su mayor espacio para recoger los problemas específicos de cada provincia. En Guantánamo hubo malos resultados en la producción de carne porcina, y renglones como el café, el cacao y el coco descendieron hasta tocar fondo.
Por su parte, Santiago de Cuba presentó bajos rendimientos en la producción de café y caña; en Holguín sobresalieron los problemas con la producción de níquel, así como la necesidad de aplicar medidas disciplinarias debido a la ilegal construcción de viviendas en los polos turísticos.
En la provincia Granma ha sido escandalosa la impunidad con que se hurta y sacrifica ilegalmente el ganado, además del incumplimiento reiterado en la producción de café; en Las Tunas afloran las trabas para la entrega de tierras en usufructo, lo que hace que 11 mil hectáreas de buenos suelos sigan cubiertos de marabú.
En Camagüey, en lo que va de año, 66 vacas han muerto por falta de alimento; Ciego de Ávila exhibe deficiencias en el turismo, en Sancti Spíritus decrecieron las cosechas de tabaco, azúcar y arroz; y en Cienfuegos el 40% de las auditorías efectuadas a empresas y entidades arrojaron resultado de mal o deficiente.
Apoyando la tesis de que en Cuba los congresos y reuniones son una pantalla para anunciar decisiones adoptadas con anterioridad, se observa que los dos primeros secretarios del partido sustituidos en estas asambleas, el de la provincia Granma, Luis Virelles; y el de Sancti Spiritus, Miguel Acebo, “casualmente” son los únicos que habían quedado fuera del Comité Central en el pasado VI congreso.