LA HABANA, Cuba, abril, 173.203.82.38 -Lo que tanto ha comentado la prensa independiente y otras voces críticas en la isla, en el sentido de la atención sobredimensionada que el gobierno cubano le presta al fútbol, acaba de ser confirmado por el señor Joseph Blatter, presidente de la Federación Internacional de Fútbol (FIFA). El señor Blatter sostuvo una fugaz, pero intensa estancia en Cuba, ocasión en la que visitó el campo de La Polar, donde juegan los futbolistas veteranos, y que será beneficiado con la instalación de una cancha sintética donada por la FIFA -Blatter realizó simbólicamente el primer movimiento de tierra-; también, fue huésped de la escuela nacional de fútbol “Mario López”- igualmente financiada por la FIFA-, y al final Blatter fue recibido por el gobernante Raúl Castro.
No podemos dejar de mencionar que el máximo directivo de la FIFA, momentos antes de su partida, ofreció un conferencia de prensa en el Hotel Nacional. Allí, rodeado de varios de sus colaboradores, y de los dirigentes del deporte cubano, el señor Blatter expresó que “en esta visita de cortesía, pude comprobar que aquí existe una solidaridad entre las autoridades políticas y las deportivas, en especial las del fútbol”. (Periódico Juventud Rebelde, edición del jueves 18 de abril).
Por supuesto, el señor Blatter no aclaró algo que todos sabemos aquí, y que se relaciona con el carácter extradeportivo que, hasta el momento, ha exhibido la “solidaridad” del castrismo con el fútbol. Porque a los gobernantes cubanos apenas les ha interesado el desarrollo del fútbol nacional. Sus torneos casi no se difunden por la televisión, los aficionados no llenan los estadios, y los jugadores de la preselección nacional no son conocidos del gran público, contrario a lo que sucede con otras manifestaciones deportivas.
El apoyo gubernamental del que habló Blatter ha sido para la difusión del fútbol internacional. La televisión y la radio nacionales brindan una amplia cobertura de las ligas europeas y sudamericanas, así como la actuación de sus principales jugadores. Las Copas Mundiales de Fútbol se transmiten con una minuciosidad que dudamos sea igualada por las propias potencias de este deporte, como Brasil, Argentina y otras. Y hasta han dejado de ofrecer por televisión juegos de la serie nacional de béisbol, con tal de que veamos los enfrentamientos entre el Barcelona y el Real Madrid. Todo eso, ya lo sabemos, con el objetivo de engatusar a los aficionados, y que no se enteren de la actuación de los peloteros cubanos que juegan en las Grandes Ligas de Estados Unidos. Ahora, ante la presión de las voces críticas, el régimen ha accedido a televisar algunos juegos de la pelota mexicana o venezolana. Pero, eso sí, donde no participen cubanos “desertores”.
Mas, como este es el país de las rectificaciones, cualquier cosa puede suceder. A lo mejor un buen día, ante los constantes y crónicos descalabros de nuestro béisbol a nivel internacional, las autoridades incluyan también el interés deportivo dentro de su futbolmanía, y traten de impulsar verdaderamente el fútbol nacional. Por otra parte, al castrismo poco le importaría si con ello dañan una auténtica tradición nacional. Total, si quisieron despojarnos de la Navidad, de la Nochebuena, y de los Reyes Magos, qué más da otra.
Por lo pronto, el señor Joseph Blatter puede haber experimentado algún presentimiento al respecto. En su conferencia de prensa, y acompañado de las sonrisas de aceptación de José Ramón (El Gallego) Fernández y Christian Jiménez- directivos del Comité Olímpico Cubano y el INDER, respectivamente-, el titular de la FIFA declaró que “es cierto que en Cuba el béisbol es el deporte nacional, pero creo que el fútbol se le está yendo por delante”.