LA HABANA, Cuba, julio (173.203.82.38) – El índice del volumen físico de la industria por el origen de los productos en 2010, alcanzó el 43,0% del nivel productivo de 1989, inferior al 46,1% en 2008 y 44,9% en 2009, de acuerdo con los datos aportados por el Anuario Estadístico de Cuba 2010, recién publicado. Ello muestra que a más de veinte años de iniciado el Período Especial, la industria lejos de recuperarse y crecer, está estancada, y sus producciones se alejan de las cuotas pre crisis.
Entre los grupos del sector industrial que peor situación presentaron en 2010, al distar más de los niveles alcanzados en el año base, o sea 1989, se hallan: Industria Manufacturera Azucarera (10,9), elaboración de productos alimenticios (65,7), fabricación de productos textiles (6,9), fabricación de prendas de vestir (27,9), procesamiento de cuero y fabricación de artículos de cuero (13,0), producción de madera y fabricación de productos de madera (12,3), fabricación de papel y de productos de papel (6,5), actividad de edición e impresión y reproducción de grabaciones (18,0), fabricación de fertilizantes y compuestos de nitrógeno (5,3), fabricación de productos de caucho y plástico (16,9), fabricación de otros productos minerales no metálicos (10,6), fabricación de productos para la construcción (27,1), fabricación de productos metálicos, excepto maquinarias y equipos (20,2), fabricación de maquinarias y equipos (0,4), fabricación de maquinarias y aparatos eléctricos (26,8), fabricación de equipos y aparatos de radio, tv y comunicación (33,3), fabricación de instrumentos médicos, ópticos y de precisión (31,2), fabricación de equipos de transporte (1,8).
De los grupos de la industria manufacturera que indican estar en un proceso de recuperación o han superado los niveles productivos logrados en 1989, se encuentran la elaboración de bebidas (109,6), elaboración de productos del tabaco (94,8), fabricación de otras sustancias y productos químicos (85,5) y la fabricación de muebles (125,1). Sobre la fabricación de productos farmacéuticos y botánicos, aunque para 2010 no se brinda información quizás por una apreciable disminución productiva, se conoce que en 2008 tenía un Índice del volumen físico de 822,0 con respecto a lo obtenido en 1989. Teniendo en consideración este elevado incremento productivo, es casi seguro que a pesar de las dificultades de ese grupo el pasado año, aun debe mantenerse por arriba de las producciones del año base.
Aunque en el Anuario Estadístico 2010, como citamos anteriormente, se brinda el Índice del volumen físico de la Industria Azucarera en 2010 con respecto al año base 1989 (10,9), desafortunadamente dejan de aportarse los datos desglosados de la zafra 2009/2010, por lo que continúa la incógnita sobre el volumen de azúcar producido, el rendimiento industrial y otros datos indispensables para analizar esa zafra. No obstante, estimaciones no oficiales la sitúan en un entorno difícilmente mayor a 1,1 millón de toneladas, es decir un monto similar a las producciones alcanzadas en Cuba a fines del siglo XIX. Estas estimaciones se basan en informaciones publicadas en el Anuario 2010 sobre la producción de caña (11,3 miles de millones de toneladas) y el rendimiento agrícola (26,7 toneladas/hectárea), obtenidos en la zafra 2009/2010, indicadores equivalentes a los peores en la historia de la cosecha de la gramínea en Cuba.
Los datos sobre la zafra 2010/2011, terminada en mayo, tampoco se han publicado. Sólo ha sido informado un crecimiento del 6,0 %, en relación a un plan confeccionado para llegar a un monto de producción similar al real de la zafra anterior. Ello podría indicar una producción azucarera de alrededor de 1,2 millón de toneladas, precariamente suficientes únicamente para abastecer el mercado nacional y cumplir con los compromisos de exportación con China. Una verdadera lástima, pues los precios del dulce en el mercado internacional vuelven al entorno de los 30,0 centavos US/libra, confirmándose el azúcar como el alimento de mejor cotización en los mercados internacionales.
La calamitosa situación de la Industria manufacturera y su continuado declive, resulta una muestra del panorama crítico presente en todos los sectores de la economía. En el caso de este sector, como en otros, es la consecuencia de la tozuda aplicación de un fracasado sistema de gestión centralizada que con urgencia debe sustituirse para poder liberar las fuerzas productivas.
Mientras ello no se realice proseguirá el proceso masivo de descapitalización de la industria y su asfixia debido a la falta de materias primas y otros artículos importados, factores que hacen imposible el incremento productivo y, en esas condiciones, el aumento de la productividad. Esto a su vez impide el alza del salario real, hoy reconocido oficialmente de insuficiente para garantizar un mínimo vital para los trabajadores; creándose un ambiente propicio para el desorden, la indisciplina y la corrupción, males en continuo ascenso no sólo en la Industria manufacturera.