Hospital materno clausurado

LA HABANA, Cuba, junio, www.cubanet.org -El Hospital Materno Clodomira Acosta (antiguo Cardona), que en el pasado brindara excelentes servicios médicos, hoy espera por una reparación capital, a expensa de que tal vez se convierta en un banco de sangre o en una clínica para transexuales, como parte del proyecto (CENESEX) que dirige Mariela Castro.

Desde hace poco más de dieciséis años, este centro hospitalario, situado en la calle 19, entre 8 y 10, en El Vedado, tuvo que ser clausurado, debido a una degeneración constructiva que invadió toda la edificación, por falta del mantenimiento adecuado. Desde entonces, sólo funciona una heroica lavandería enclavada en el sótano, que a duras penas coopera con el lavado de parte de la ropa del también hospital materno González Coro.

La destrucción del Clodomira no se puede ver como un hecho aislado dentro del sistema de salud cubano. Desde hace muchísimo tiempo, este mal viene extendiéndose por todos los centros hospitalarios del país. Un recorrido por cualquiera de ellos nos dejaría perplejos, al tropezar con una penosa depauperación constructiva, que, unida a la crónica falta de medicamentos y equipamiento (o rotura de los equipos), o demoras en los servicios y pésima higiene, nos revela el patético escenario al que se exponen los pacientes y familiares que van buscado sanidad a estos centros asistenciales.

Volviendo al Cardona, hace unos días, por casualidad, conversé con una señora de 89 años de edad, quien trabajó como enfermera en varios centros hospitalarios de El Vedado, antes de 1959. Y  me  dijo: “Da vergüenza cómo están hoy los hospitales. En mi tiempo, si hubieras visto la Clínica Cardona, era un lugar de excelencias, donde se ofrecía diversos tipos de tratamientos médicos de altísima calidad, a socios y pensionistas. Esa clínica, junto al Sagrado Corazón, la Clínica Antoneti y el Centro médico quirúrgico, por su prestigio, eran orgullo de  El Vedado”.

Otros también recuerdan con nostalgia los excelentes servicios médicos de la capital habanera antes de la revolución. Sobre el Cardona, un médico, retirado ya, que no quiso ser identificado, dijo: “Era una de las joyitas médicas de la Habana, en los años 50…”.

Sin embargo, es una realidad que con la enorme ayuda soviética y del campo socialista, este centro, devenido en “maternidad”, tuvo un buen funcionamiento hasta los primeros años de la década del 90. Los últimos dos pisos de la clínica estaban habilitados con un aceptable salón de operaciones, un salón de preparto y sala de parto. Y todo el bloque habitacional, dotado de un excelente mobiliario en el tercero y segundo. Las oficinas de estadística, contabilidad y personal, y la dirección del hospital, se ubicaban en la planta baja, quedando el sótano como lavandería, cocina- comedor, almacenes, rayos-x, y laboratorio.

Todo este “bastión de la revolución” se vino abajo con el derrumbe de la URSS y el campo socialista. Hoy el Clodomira Acosta es otro de los caídos. Siendo un espejo del enorme retroceso experimentado en la rama de la salud pública cubana.

Leonpadron10@gmail.com