GUANTÁNAMO, Cuba, septiembre, www.cubanet.org -El pasado siete de agosto, Cubanet publicó una información bajo el título “Parece neutralizado rebrote de cólera en Guantánamo”. En aquel momento, debido a que se habían eliminado los recipientes de cloro y los sacos humedecidos con dicho producto para la limpieza de manos y las suelas de los zapatos a la entrada de los establecimientos públicos, y a que no se escuchaba referencia alguna sobre la recepción de nuevos casos en el hospital, pensamos que la enfermedad había sido eliminada.
Desgraciadamente, parece que el cólera ha vuelto a resurgir en la ciudad, aunque no con la misma magnitud del año pasado o de los primeros meses de este año. Según rumores que este corresponsal ha escuchado entre la población y varios médicos, un menor de pocos meses de nacido tuvo que ser trasladado desde el hospital infantil hacia el Hospital provincial Dr. Agosthino Neto. También se hallan hospitalizados algunos adultos, aunque todo parece indicar que la situación está por el momento bajo control, porque no se han adoptado las ordenanzas anteriores en servicios públicos.
A pesar de todo, lo que se dijo en el reciente congreso de los periodistas agrupados en la UPEC, la prensa oficialista continúa sin informar sobre esta situación y en vez de expresarse con claridad lo hace con eufemismos, como el de “ enfermedades diarreicas agudas”, para referirse al cólera, una enfermedad eliminada en Cuba por el gobierno interventor norteamericano y que más de cien años después ha regresado para -al parecer- convertirse en endémica.
Lo del endemismo puede ser realidad debido al estado higiénico sanitario de una ciudad donde es común ver grandes amontonamientos de basura en las calles, animales putrefactos, y tuberías de agua potable y de aguas albañales rotas, mezclando sus contenidos. Hace aproximadamente dos meses, los vecinos de la calle Tres Oeste, entre Paseo y Uno Norte, se quejaron ante trabajadores de Salud Pública debido al olor a excrementos que tenía el agua que estaban recibiendo para su consumo, que los obligó a buscar agua en otras zonas de la ciudad y en un manantial cercano a la autopista (este lugar se ha convertido en un punto de abastecimiento muy visitado debido a la constante escasez y mala calidad del agua).
Guantánamo es un nombre aborigen que significa “tierra entre ríos”; algunos de esos afluentes son usados como fuentes de suministro de agua a la población pero los choferes de vehículos estatales y privados continúan limpiándolos en ellos y lo mismo hacen numerosos propietarios de bestias de tiro, sin que hasta ahora, a pesar de las reiteradas denuncias realizadas por los medios, la policía o los inspectores encargados de hacer cumplir la Ley de Protección del Medio Ambiente hayan realizado acciones efectivas.
Como si fuera poco , desde hace nueve o diez días, la ciudad está sin recibir agua de forma estable, debido esta vez a una avería según el rumor que corre entre la población, porque como he dicho, aquí información objetiva no hay. Desde el pasado lunes 9 de septiembre, comenzó a restablecerse el servicio pero en algunas zonas de la ciudad, como en el Reparto Pastorita , hay vecinos que desde hace más de doce días no reciben agua ni les envían una pipa, como ocurre con los residentes en la calle 7 Oeste entre Dos y Tres Norte.
En el artículo “La burla al derecho de queja”, publicado por Cubanet el pasado 31 de julio, afirmamos que el desabastecimiento de agua se ha convertido en algo habitual en la ciudad, a pesar de que las presas mantienen un buen nivel. Cada vez que el suministro se estabiliza, de pronto surge una rotura, o la falta de cloro, o cualquier otra explicación para tratar de justificar el mal servicio.
Es evidente que mientras el cólera tenga estos aliados será muy difícil eliminarlo de raíz, como hicieron los interventores norteamericanos hace más de cien años, con menos experiencia científica y equipamiento tecnológico, pero con una inequívoca voluntad de dotar a nuestro país de una eficiente red de acueductos y alcantarillado que en sólo cuatro años de dicho gobierno llegó a las principales ciudades de Cuba y es hoy, principalmente, la que trata de ofrecerle servicio a una población casi seis veces mayor.