LA HABANA, Cuba, julio (173.203.82.38) – Roberto Guerra quiere saber si el “cambio de mentalidad”, de que habla el gobierno, comprende el interrogatorio a periodistas independientes dentro de automóviles del Ministerio del Interior.
El pasado 26 de junio, Guerra, de 34 años, después de concluir la habitual peregrinación de las Damas de Blanco, abordó un ómnibus que lo llevaría al sitio donde tomaría otro transporte para irse a su casa, en Arroyo Naranjo.
Al bajarse en la parada de 23 y L, en el Vedado, el periodista independiente decidió comerse un perro caliente, pero, cuando iba a darle la primera mordida, cuatro hombres se bajaron de un auto y uno de ellos le ordenó:
-Acompáñenos.
Guerra, con la dificultad del que tiene la boca llena, preguntó:
-¿Y quiénes son ustedes?
Iba a pedirles que se identificaran, pero uno de los hombres lo inmovilizó y lo introdujo en el auto. En ese momento los agentes de la policía política, se identificaron. Dieron varias vueltas con el en el auto por el Vedado, mientras lo interrogaban, hasta que se detuvieron a un costado de la Universidad de la Habana. Le ordenaron bajarse, lo registraron y le quitaron el manuscrito de un artículo periodístico.
Guerra cuenta: “Me hicieron muchas preguntas relacionadas con mi labor de periodista independiente y mis planes personales. Después de un rato me devolvieron al mismo sitio donde me habían detenido, sin explicar cuál era el motivo de aquel pequeño arresto. Sin dudas fue un extraño interrogatorio”.