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Excursión a la zona prohibida

LA HABANA, Cuba, abril, 173.203.82.38 -Salir de excursión o de picnic hacia las afueras de la ciudad suele ser un hecho poco común aquí. Sin embargo, en esta exploración a campo traviesa se constata la dramática experiencia de que todas las tierras son del régimen y que resulta peligroso husmear por entre las zonas restringidas.

Hace poco, me encontraba con varios amigos recorriendo los montes verdes, disfrutando del magnífico esplendor de la naturaleza cubana. El auto en que nos movíamos es un Ford de 1936, al cual cariñosamente bautizamos como “el tanque  T-100”. A medida que nos adentrábamos en las zonas de Bauta y Baracoa, por las laberínticas carreteras de las afueras de La Habana, se perfilaban hermosos paisajes, fuertemente custodiados por militares.

Llegó un momento en que transitamos por una carretera llamada la 43. Se dice que fue construida  para que las fuerzas soviéticas se desplegaran cuando la crisis de los misiles, en el año 1962.

Cuando uno va en un auto, bordeando serpentinamente las montañas de esos municipios, se puede observar que la zona está fuertemente militarizada. Son los territorios donde se hallan las mejores fincas del coma-andante. Me refiero al complejo Niña Bonita, de las fuerzas armadas. A lo largo y ancho se encuentran disimiles granjas con múltiples propósitos, ya sean en el plano agrícola, ganadero o genético, donde se producen las mejores especies de plantas y animales,  para que la jerarquía militar se alimente adecuadamente.

Me hubiera gustado retratar  a las “vacas sagradas”,  que se veían orondas pastando en los enormes campos. Sin embargo, ni soñar con tirarle una foto a esos animales, puesto que significa arriesgarse a que las postas militares te pongan en su colimador. El hurto y sacrificio de alguna de estas vacas comprende como máximo la condena a la cárcel de 20 ó 30 años.

También se puede apreciar que gran parte de las montañas de la zona están llenas de túneles interconectados para el despliegue de la infantería. En la misma medida, se ven las grandes cuevas para los escondites de la artillería pesada. Estos complejos fueron construidos por el ejército, y están diseñados para que se activen en caso de emergencias, como lo fue con la muerte de Chávez, o también en caso de la desobediencia ciudadana o en una supuesta invasión de los eternos “enemigos”, los norteamericanos….

Entre otros detalles, también pudimos apreciar desde una corta distancia el complejo azucarero Habana Libre. A ciencia cierta, no logré descifrar si estaba en plena producción, o estaba desmantelado.

Saliendo de la carretera 43, vas a dar con la autopista que conduce al municipio del Mariel, lugar de inolvidables acontecimientos históricos. En los próximos días estará por cumplirse el 33 aniversario de la gran crisis migratoria acontecida por dicho puerto.

Otros de los lugares emblemáticos en la zona es la  unidad militar Vaca Muerta. Esta se hizo célebre, pues allí fue ejecutado, en un paredón de fusilamiento, el general Arnaldo Ochoa. Más adelante, en el camino de vuelta, se puede distinguir la fuerte custodia del aeropuerto de Baracoa.

De regreso a la ciudad, me preguntaba por las tierras ociosas a lo largo y ancho de esos lomeríos. ¿Nadie desea pedirlas para cultivar sus viandas ? Sería muy grato poder comprarse una modesta finquita en medio de tanta naturaleza. Sin embargo, mis amigos aplacaron dudas diciéndome que de aquello que pertenece a la gerontocracia, es mejor mantenerse alejado.

¿Qué historias ocultarán estas tierras  casi vírgenes para que las mantengan bajo  fuerte despliegue militar?