MADRID, España, noviembre, www.cubanet.org -Cuba y los cubanos han sido abordados por los tres principales dirigentes de Estados Unidos en el curso de noviembre. Inicialmente ,podía dar la impresión de que se trataba de una estrategia en la recaudación de fondos, la búsqueda de los votos del electorado cubano-americano, y el apoyo a intereses de la Administración en el Congreso y el Senado, particularmente en cuanto a la reforma de la inmigración. Posiblemente mientras todos los caminos conducen a Roma, todos los votos llevan a la Florida. Sin embargo, al tiempo que reiteraron el tradicional apoyo a las personas comprometidas con la democracia y sometidas a la represión en Cuba, han manifestado muy claramente el propósito de continuar la política de contacto pueblo a pueblo ejecutada por Obama con resultados muy positivos.
¨Tenemos que ser creativos, reflexivos y continuar actualizando nuestras políticas hacia Cuba… hemos empezado a ver cambios¨, manifestó el presidente en Miami, durante la breve cena en la residencia de Jorge Más Santos, en la que participaron Berta Soler y Guillermo Fariñas, el 8 de noviembre. Días antes, el vicepresidente Biden había recibido a Berta en Washington. Por su parte, el Secretario de Estado repitió esas palabras de Obama durante su discurso en la Organización de Estados Americanos el 18 de noviembre. John Kerry antecedió su extenso análisis sobre la isla señalando que el compromiso con la democracia en el hemisferio occidental tenía una única excepción: Cuba; que desde el inicio de su mandato, el presidente comenzó a procurar un nuevo comienzo y los gobiernos están encontrando alguna cooperación en intereses comunes.
Debe recordarse que en ese camino se reiniciaron las conversaciones migratorias, de servicios postales directos y otras en ambas capitales. A pesar de la tensión ocasionada por la prisión del contratista Alan Gross, desde 2009, en el curso del presente año se ha constatado que se esquiva la confrontación por ambas partes, con dos acontecimientos muy significativos. Cuba no recibió a Edward Snowden –probablemente en tránsito hacia Venezuela o Ecuador- procedente de Moscú, según se dice a petición de Estados Unidos, y este país ha mantenido un perfil bajo durante la captura del barco de Corea del Norte con material bélico cubano escondido bajo azúcar cuando pretendía cruzar el Canal de Panamá, al transferir las autoridades panameñas sabiamente el diferendo a la inspección del consejo de seguridad de la ONU, por constituir violaciones de resoluciones de ese organismo internacional.
El canciller norteamericano también destacó los buenos resultados de las visitas de cientos de miles de norteamericanos –la mayoría de origen cubano-, el fuerte envío de remesas y el comercio entre ambos país –fundamentalmente de alimentos, limitado por la poca disponibilidad de divisas de La Habana-. Kerry expresó el compromiso con ese intercambio de personas, pues son embajadores de ¨nuestras ideas, nuestros valores y nuestras convicciones¨.
Indudablemente, esa política ha tenido fuertes repercusiones en la vida de los cubanos del archipiélago sometidos a grandes carencias de todo lo esencial para la vida cotidiana, y ha impulsado las actividades de los trabajadores por cuenta propia, lo cual es entusiastamente acogido por la población, al tiempo que la prosperidad de los visitantes impresiona al constatar que la laboriosidad en Estados Unidos permite mantener un nivel de vida imposible de alcanzar bajo las prohibiciones gubernamentales y crear un futuro próspero para la familia. Así mismo, el dignatario se refirió a la necesidad de mayores cambios, comprendidas las libertades individuales, con la evidente pero triste realidad de que ¨si no hay mayores cambios pronto, está claro que el siglo XXI desafortunadamente continuará cegando al pueblo cubano¨.
Por su parte, el vicepresidente, durante su visita a Panamá el 19 de noviembre, abordó públicamente el incidente con el barco norcoreano Chong Chon Gang, apresado el 10 de junio, señaló la violación de las regulaciones norteamericanas, agradeció a las autoridades panameñas que hayan tomado esa responsabilidad internacional y contribuido significativamente a la seguridad mundial, no solo a la de Estados Unidos y, aunque expresó que ¨era una carga dulce pero no era azúcar¨, no ha trascendido en las informaciones de prensa que señalara a Cuba por su nombre.
Como manifestó el secretario Kerry en la OEA, la Administración Obama esboza unas políticas de unidad y colaboración con América Latina, bajo el lema de que ¨la era de la Doctrina Monroe ha terminado¨. Existen magníficas condiciones para que el gobierno cubano aproveche la oportunidad brindada por Obama para impulsar la recomposición de las relaciones con Estados Unidos y con su propio pueblo.