GUANTÁNAMO, Cuba, abril, 173.203.82.38 -Hoy, 3 de abril, se cumplen 85 años del nacimiento de Roberto Friol, quizás el Premio Nacional de Literatura Cubana más desconocido y menos publicado. Nació en La Habana en 1928, donde cursó estudios elementales. En 1946 obtuvo el título de profesor de Inglés; en 1948 obtuvo el de bachiller en Ciencias, y en 1954 el de Maestro Normalista. Ejerció el magisterio en escuelas primarias y secundarias básicas, e hizo estudios de Medicina, los cuales abandonó en el cuarto año.
Friol fue un poeta cristiano de exquisita sensibilidad, que también escribió importantes ensayos de crítica e investigación literaria. Su obra fue publicada en el periódico El País Gráfico -dónde aparecieron sus primeros poemas, en 1949-, y en las revistas Bohemia , Unión, Revista de la Biblioteca Nacional José Martí, Islas y el Boletín del Instituto de Literatura y Lingüística. En 1968, publicó su poemario Alción al fuego, y en 1977 dio a conocer su estudio Suite para Juan Francisco Manzano.
En 1987 publicó su poemario Turbión, por el cual recibió por vez primera el Premio Nacional de la Crítica, hecho que se repetiría en 1991 y 1997, con sus poemarios Gorgoneión y Tramontana. En 1998, recibió el Premio Nacional de Literatura, aunque jamás se le dedicó una Feria del Libro, a pesar de que falleció doce años después.
Cuando, en 1968, fue publicado el poemario Alción al fuego, Friol fue criticado por cierto sector de la intelectualidad, pues su obra se apartaba totalmente del coloquialismo y de la poesía triunfalista y politizada que entonces eran predominantes. Pero la vida demostraría que fue una voz singular dentro del vasto panorama de la literatura cubana.
En medio del maremágnum revolucionario, del enfrentamiento oficialista a la religión y de la omnipresencia política en el arte y la literatura, Friol se mostró como un poeta preocupado por temas hondamente éticos, por la conciencia y evolución de su fe cristiana y por las esencias estéticas de la poesía, algo que se apartó entonces de la práctica al uso, entronizada por quienes se consideraron los únicos dueños de la verdad en arte y en política.
La obra Suite para Juan Francisco Manzano, publicada en 1977, y a la que dedicara cuatro años de trabajo, está considerada como el análisis más exhaustivo sobre la obra y la vida del bardo, a quien el propio Friol calificó como “el más misterioso poeta que haya nacido nunca en este país”. También, su ensayo titulado La novela cubana en el siglo XIX, es una importante contribución a los estudios literarios cubanos sobre el género en dicho período.
De Roberto Friol se dice que fue una persona discreta, alejada de la publicidad y las resonancias que tanto persiguen otros escritores. Refugiado en la humildad, perseverante en su fe católica, quizás a ello se deba que resulte el Premio Nacional de Literatura menos conocido y divulgado en Cuba. Del mismo modo, la singularidad de su obra explica por qué recibió tan buena acogida en Europa, sobre todo en Italia.
A 85 años de su nacimiento, quienes creemos en la poesía, seguimos viendo en él un paradigma, pues nos ha legado la certeza de que se puede vivir y escribir sin dobleces. Como él mismo escribió al final de su poema Carta a Fina García Marruz:
“Tenía miedo de escribir un poema
y lo estoy escribiendo, mal escribiendo,
en la noche que empieza.
Puedo decirte que esta primera lectura (los últimos, los primeros)
me ha traído lo que no merecía tener:
la Poesía
y la mirada de Cristo que aún nos mira, aún nos quiere”.