LA HABANA, Cuba, diciembre, 173.203.82.38 -“El Libro de Urantia será discutido en Cuba”. Así lo aseguraba una nota informativa, firmada por David Sosa para martinoticias.com. El hecho, decía, iba a tener lugar en un encuentro denominado “Viva la Revelación”, a celebrarse entre los días 24 y 25 de noviembre, en la ciudad de Sancti Spíritus, al centro de la Isla.
El enfoque de este encuentro, auspiciado por un grupo de expertos mexicanos, se centraría en la expansión de las enseñanzas del Libro de Urantia, en el cual están integradas religión, ciencia, filosofía y cosmología, y donde también se incluye un recuento, día a día, de la vida y enseñanzas de Jesús.
Según la nota, uno de los organizadores del evento aseguraba que el gobierno cubano no pondría trabas para su realización, pues en enero ya habían hecho lo mismo sin problemas y con el apoyo de varios amigos cubanos. También aseguró que la presentación de libro en la Isla buscaba “aumentar la conciencia cósmica y elevar la percepción espiritual”, las cuales redundan en la formación de mejores personas.
Ante esta enigmática noticia, quise hacer contacto con los realizadores de dicho evento. Así que me fui hasta Sancti Spíritus. Pero allí las sorpresas no tardaron en llegar. Supe que a los organizadores mexicanos del encuentro “Viva la Revelación” , les habían retenido en la aduana unos 50 ejemplares de El Libro de Urantia, más otros libros de resúmenes y folletos sobre la temática. Incluso, les retuvieron también pullovers (camisetas) con la imagen del Che y el círculo del infinito, así como memorias flash para los participantes, y sellos con la simbología urantiana.
Prácticamente todo el material de estudio para el encuentro quedó confiscado en la aduana, y sin garantías de que los organizadores puedan recuperarlos. Solamente lograron pasar unos 10 ó 15 ejemplares de El Libro de Urantia y de su programa de estudio, pero en formato digital.
Otra de las sorpresas fue que estaba previsto que al evento asistieran unas 50 personas de todo el país, que ya habían comenzado a leer El Libro de Urantia y los organizadores habían confirmaron su asistencia al llegar a Cuba. Sin embargo, ya en Sancti Spíritus, comenzaron a recibir evasivas y excusas de los participantes confirmados. Finalmente llegaron al encuentro solo 2 personas, un lector cienfueguero y yo.
A un cubano, por supuesto, no le parece nada extraño que la aduana haya confiscado todo el material de estudio y que, además, todos los participantes confirmados, hayan “decidido unanimemente” a última hora, no asistir al encuentro. Estábamos en la ciudad del “Espíritu Santo”, reuniéndonos para estudiar un libro que es un catalizador de conciencias y propagador de nuevos despertares, para que cada ser humano sea mejor y se esfuerce por lograr la felicidad y la integridad moral.
El libro de Urantia es un catalizador, invita a una prospección desde un profundo pasado cosmogónico de la humanidad, y nos proyecta hacia una nueva e intangible realidad. Por eso, teniendo en cuenta los valores que promueve, cabe preguntarse: ¿Quiere el gobierno cubano ciudadanos libres, iluminados, o simplemente mejores personas?
La respuesta es obvia. Lo que necesita el gobierno raulista es que el rebaño se mantenga amorfo y monocromático, repitiendo consignas sin cuestionarlas. Lo menos que necesita es que las personas se hagan libres y responsables de sus destinos. No sé si los amigos mexicanos habrán comprendido que lo que promovían con su encuentro, por positivo e inocuo que parezca, en Cuba, puede resultar muy subversivo.