LA HABANA, Cuba, febrero, 173.203.82.38 -Este 23 de febrero arriba a su 52 cumpleaños el Instituto Nacional de Deportes Educación Física y Recreación (INDER), y hay razones para pensar que la cúpula del poder castrista no está satisfecha con el desempeño del deporte cubano. Una insatisfacción que deviene un problema de Estado si tenemos en cuenta que las autoridades de la isla, al conservar la mentalidad de la guerra fría, consideran aún los triunfos deportivos como un indicador que mide la supuesta superioridad de un sistema social.
La actuación cubana en los pasados juegos olímpicos de Londres 2012 fue la más deficiente de los últimos 36 años, si descontamos la debacle de Beijing 2008. Eso significa que no se ha podido remontar la crisis de los últimos tiempos; una crisis que se manifiesta con fuerza en especialidades insignias como el atletismo, así como en la mayoría de los deportes colectivos, ninguno de los cuales, por cierto, obtuvo la clasificación para la cita olímpica de la capital británica.
A propósito del atletismo, y durante el reciente abanderamiento del equipo de béisbol que participará en el III Clásico Mundial, la estrella ascendente de la nomenclatura castrista, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, confirmó que ese deporte atraviesa por un proceso de depuración con vistas a enfrentar el nuevo ciclo olímpico. Figuras noveles como el vallista Orlando Ortega y el triplista Pedro Pablo Pichardo ocuparán los puestos dejados por luminarias como Dayron Robles, Alexis Copello, Yoandris Betanzos y David Girat. Es muy probable que otros deportes apliquen una decantación similar, con el objetivo de excluir de los equipos nacionales a aquellas figuras que no posean perspectivas para transitar el cuatrienio que concluye en Río de Janeiro 2016.
No resulta aventurado afirmar que la muestra más fehaciente del referido descontento gubernamental se refleja en la selección de los diputados a la asamblea nacional del Poder Popular. Tal vez el INDER sea el único Organismo de la Administración Central del Estado cuyos máximos dirigentes no hayan sido tomados en cuenta en dicha selección. Tanto el presidente del organismo, Cristian Jiménez; como el vicepresidente primero, Roberto León Richard; y el vicepresidente Alberto Juantorena, deberán cumplir el castigo de no formar parte del Parlamento cubano. Entonces, y para que la actividad deportiva no quedase excluida de ese órgano legislativo, las Comisiones de Candidaturas acordaron incluir a algunos atletas con destacadas actuaciones individuales, como son los casos del luchador Mijaín López, el ajedrecista Leinier Domínguez, el tirador Leuris Pupo, y la corredora discapacitada Yunidis Castillo.
No obstante, los dirigentes del INDER no se iban a resignar a permanecer en las sombras en estos días previos a su nuevo aniversario. Si no se destacaban en el plano deportivo, contaban con el elemento político para que se fijaran en ellos. Por tal motivo organizaron una actividad en la Escuela Superior de Formación de Atletas de alto rendimiento “Giraldo Córdova Cardín”, que incluyó la firma de una carta dirigida al presidente Barack Obama, en la que solicitan la liberación de los cubanos presos en Estados Unidos acusados de espionaje. Jefes, funcionarios, atletas en activo, ex atletas y familiares de esos prisioneros se hicieron presente en el convite.
Claro, los dirigentes del INDER y la Comisión Nacional de Béisbol anhelan una actuación brillante de nuestros peloteros en el Clásico Mundial; un desempeño que agrade a las altas esferas del poder. En caso contrario, quizás se estime que sean ellos, los propios mandamases y funcionarios del deporte, los que no estén en condiciones de seguir conduciendo la nave deportiva cubana.