LA HABANA, Cuba, julio, 173.203.82.38 -El Centro de Estudios de la Economía Cubana, adscripto a la Universidad de La Habana, organizó recientemente el Seminario Anual sobre Economía Cubana y Gerencia 2012, un evento que sesionó durante tres días y analizó los retos que enfrenta el actual proceso de actualización del modelo económico cubano.
Hay que reconocer que el Seminario se caracterizó por certeros análisis acerca de los problemas que afectan a nuestra economía, y los especialistas identificaron los obstáculos internos que aún limitan la eficiencia de las empresas y entidades cubanas, sin desconocer, por supuesto, los perjuicios causados por lo que denominaron “el pertinaz bloqueo estadounidense”.
Se dijo, por ejemplo, que se imponen cuanto antes radicales cambios estructurales que liberen las fuerzas productivas, y permitan lograr índices más elevados de crecimiento económico. Y aunque se recalcó que el protagonismo debe de corresponderle a la empresa estatal socialista— en convivencia con los sectores no estatal y cooperativo—, los académicos reconocieron que la burocracia y el verticalismo limitan la preeminencia con que debían de actuar las referidas empresas. Además, la falta de incentivos que afrontan sus colectivos laborales, muchas veces a causa de la aplicación de deficientes sistemas de pago, trae consigo bajos niveles de productividad del trabajo.
Con respecto al sector agropecuario, los participantes en el Seminario criticaron las trabas administrativas y centralizadoras que entorpecen el avance de sus entidades. Mención especial para las dificultades que se han presentado en el proceso de entrega de tierras ociosas, así como el no reconocimiento de las reglas del mercado a la hora de retribuir a los productores privados, lo cual agrava los problemas de la comercialización de estas producciones, ya que la empresa estatal de acopio fija precios arbitrarios que resultan muy desestimulantes.
Muy significativas devinieron las dos conferencias colaterales impartidas por invitados procedentes de Vietnam y Polonia. En el primer caso, la directora general del Centro Nacional para la Información y los Pronósticos Socioeconómicos de la nación asiática, Mai Thi Thu, disertó acerca de la experiencia vietnamita con la inversión extranjera directa y el comercio internacional. Por su parte, el representante del Instituto de Investigaciones sobre Transformación, Integración y Globalización Económica de la Universidad de Kozminski, Grzegorz Kolodko, explicó el desarrollo de las reformas económicas en Polonia.
Claro que no es la primera ocasión en que el mundo académico cubano se desmarca de la práctica económica gubernamental, y realiza propuestas en pos de mejorarla. Hace poco, en abril pasado, la Iglesia Católica organizó el evento “Un diálogo entre cubanos”, con la participación de académicos de ambos lados del estrecho de la Florida. En la cita, precisamente, el señor Omar Everleny Pérez, director del Centro de Estudios de la Economía Cubana, presentó una ponencia sobre la actualización del modelo económico cubano. El ponente censuró el excesivo papel del Estado cubano en la economía, solicitó mayor autonomía para las empresas, calificó de gran error histórico la reducción de nuestra industria azucarera (máxime tomando en cuenta la gran subida de los precios del azúcar en los últimos años), abogó por un incremento del mercado interno— lo que conllevaría un aumento de salarios—, pidió espacios para la creación de pequeñas y medianas empresas, y reclamó que el plan no se convierta en una camisa de fuerza que impida la presencia de ciertas palancas del mercado.
¿Y cuál es la respuesta de los gobernantes cubanos a semejantes propuestas provenientes de sus propios académicos e investigadores? Por lo general, y en el mejor de los casos, sobrevienen la ignorancia y el engavetamiento. Otras veces pueden llegar a acciones francamente represivas, como sucedió años atrás con el Centro de Estudios de América (CEA), el cual fue desmantelado cuando exigió reformas económicas más audaces.
No obstante, algunos estiman que algo pudiera cambiar tras la reciente gira del gobernante Raúl Castro por China y Vietnam. Veremos qué sucede.