LA HABANA, Cuba, febrero, 173.203.82.38 -Raras veces hemos podido conocer datos estadísticos de los resultados productivos de la tracción animal. Pero en días recientes los columnistas del régimen han brindado varias informaciones al respecto, las que merecen un análisis.
En un artículo de Juan Varela Pérez bajo el título “Sacar del abandono la tracción animal“, el diario oficialista Granma aborda una vez más el trabajo de selección y doma de bueyes para la agricultura cubana.
Según datos revelados por el referido comunicador castrista, en el 2011, los boyeros de la provincia Mayabeque laboraron en diferentes faenas con sus 2 mil 223 yuntas, logrando que sus animales realizaran la preparación de 21 mil hectáreas (ha) de tierra, cultivaran 93 mil y transportaran más 337 mil toneladas de productos.
¡Toda una proeza del reino animal, digna de figurar como un record Guinness!
Mientras tanto, Jorge Luis Merencio Cautín escribía igualmente en el mismo diario sobre el éxito de la tracción animal, en un trabajo intitulado “El Valle del Caujerí también es un emporio del buey”.
Según este último autor, con 587 yuntas prepararon 1 mil 467 ha —el 80% de su área productiva— y transportaron el 90% de los renglones agrícolas, ahorrando más de 30 mil litros de petróleo a la economía nacional. Los datos de Merencio Cautín, aunque notables, caen dentro de lo normal.
Todo indica que Varela Pérez, por el contrario, de seguro no se percató que en lo adelante requerirá mayores precisiones en sus estadísticas boyeras, pues si aceptamos sus citados datos, los resultados son tan paradigmáticos que causan asombro por los rendimientos extraordinarios de sus yugadas.
Si comparamos esos dos trabajos periodísticos, constatamos que cada yunta de bueyes del Valle de Caujerí preparó sólo 2,49 ha, mientras que las de Mayabeque promediaron 9,44: ¡casi el cuádruplo que sus congéneres orientales!
Al parecer, el colega Varela Pérez, con sus estadísticas fabulosas, desea rememorar los éxitos increíbles de otro vacuno excelso, único en el mundo que tiene un monumento erigido a su memoria: la portentosa Ubre Blanca, cuya producción láctea es puesta en duda siempre por un campesino amigo mío que se empeña en repetir: “Eso es mentira de los comunistas. No hay vaca que pueda dar 109 litros de leche en un día”.
De manera que, en lo adelante, los propagandistas del castrismo bien pudieran organizar un sistema de emulación boyera convirtiendo a esos intrépidos bovinos en verdaderos protagonistas de la producción agrícola.
Lo más interesante es que bajo estas cifras, domadores, boyeros, capadores y bueyes luchan por destronar la moderna maquina consumidora de petróleo, pues si los de Caujerí lograron ahorrar 30 mil litros del costoso combustible, los abnegados hijos de Mayabeque seguro que economizaron más de 100 mil litros del preciado energético, esto sin contar el ahorro de piezas de repuestos y componentes.
Queda por ver ahora si los ganaderos y trabajadores agrícolas cuidan de la alimentación, salud y protección de este recurso animal y hacen una eficiente selección para incrementar la masa que, según reconoce el mismo Granma, presenta un déficit de más de 59 mil bueyes.
Así, “la tracción animal” parece que relegará a su contrincante motor, que, por maltratado, también está por extinguirse, con lo cual Cuba ciertamente se convertirá en “el emporio del buey”.