LA HABANA, Cuba, febrero, 173.203.82.38 -Más de cuatro mil personas, residentes pobres del barrio El Condado, en Santa Clara, al centro de Cuba, apoyaron el pasado 26 de enero las protestas iniciadas por un pequeño grupo de opositores, entre los que sobresalían Guillermo Fariñas, Premio Sajarov de los Derechos Humanos, 2010, y la líder villaclareña Idania Llanes Contreras, presidenta de la Coalición Central Opositora.
Los disidentes acudieron al lugar con el propósito de impedir el desalojo de una mujer sin hogar –embarazada, con dos niños enfermos-, que había buscado refugio en un consultorio médico deshabitado y en total abandono desde hacía 9 años.
Según el propio Guillermo Fariñas contó en primicias para CubaNet, el plan inicial de los opositores no era otro que disuadir a los encargados del desalojo, tratando de hacerles comprender la falta de sensibilidad y el abuso en que incurrían.
Sin embargo, la funcionaria que estaba al frente de la operación respondió airada y completamente fuera de tono, gritándoles “mercenarios” y otras ridículas acusaciones de uso común por parte de la dictadura. Parece que su intención –ingenua y soberbia donde las haya- era conseguir que el gentío, que ya les rodeaba, se virase en manifestación contra los opositores, olvidando la razón primera por la que acudieron al lugar. Pero fue esa justamente la circunstancia que convirtió la actitud espontánea y solidaria de los vecinos en un acto político.
Una vez provocados los opositores para el enfrentamiento de ideas, tanto Idania Llanes como Fariñas respondieron en consecuencia. Y fue unánime el apoyo que les brindó la gente. Al punto que sería una de sus primeras experiencias -si no la primera- en que ven al pueblo interpuesto entre ellos y la policía que venía a llevarlos presos.
Los carros patrulleros no podían llegar hasta el sitio en que estaban. La muchedumbre se lo impedía. En tanto, Fariñas, parado encima del capó de un automóvil, proclamaba entre aplausos y voces de respaldo: “Yo quiero que alguien me diga a quién Fidel Castro le pidió permiso para regalar 35 mil toneladas de cemento a Venezuela cuando nuestras casas en El Condado se están cayendo”.
Es curioso que este acontecimiento, muy estimulante y aun trascendental para los días que corren en Cuba, no haya sido divulgado con sus pormenores. Como suele ocurrir, lo sustancial del detalle noticioso quedó diluido entre la nota sobre el desalojo propiamente y las actividades de estos opositores villaclareños para homenajear a José Martí en un nuevo aniversario de su natalicio.
Pero en la concreta, no se ha reparado en una particularidad que, según el mismo Guillermo Fariñas, representa hoy la alternativa para la oposición interna en la Isla y que debe ser, de momento, su único derrotero: la demanda social como prioridad, poniendo a un lado ideologías, pasiones y aun partidos políticos.
No en balde el capitán de la Seguridad del Estado Raúl Azari, uno de los jefes pretorianos que dirigieron las acciones de represión contra estos opositores, le dijo a Fariñas que ellos no van a permitir que Cuba se sume al efecto dominó ocasionado por la rebelión de Túnez.
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