LA HABANA, Cuba, noviembre (173.203.82.38) – El domingo 20 de noviembre, la capitalina logia “Unión Latina”, efectuó un acto en el cual participaron los tres candidatos que hasta el momento han manifestado su intención de aspirar a ocupar la presidencia de la Gran Logia de Cuba, con el fin de presentar sus respectivos proyectos de gobierno, que implementarían en el caso de resultar electos como Gran Maestro de la organización.
Debido al estado crítico en que actualmente se encuentra la Gran Logia, este acto había despertado el interés entre los miembros de la fraternidad; quienes imputan los problemas por los que atraviesa a la incompetencia de los Grandes Maestros que han dirigido a la misma durante las pasadas dos décadas. El masón grado 33, Asdrúbal Pagés Manals actuó como moderador del evento.
Los panelistas en el acto fueron Evaristo Rubén Gutiérrez Torres, Gilberto Saturnino Betancourt Gil y Ernesto Luis Ocaña Gallardo. Los dos primeros ocupan los cargos de Diputado Gran Maestro (vicepresidente), y de Gran Orador respectivamente. Por su parte, Ocaña, hasta el momento, no ha ocupado cargos de dirección en la entidad.
En general, las respuestas que dieron los panelistas a un cuestionario preparado con antelación, giraron en torno a la necesidad de “respetar la ley y las instituciones masónicas”; sin que ninguno fuera convincente al precisar cómo se proponían cumplir con ese precepto.
Tanto a Gutiérrez como a Gilberto se les imputa su similitud con el ex Maestro José Manuel Collera Vento, a quienes los masones consideran un traidor, porque es Collera a quien ellos “le deben ser lo que son y estar en donde están”. Por su parte, Ocaña procede del proyecto “Renovación y Fraternidad” (impulsado a principios de este año por Gustavo Pardo Valdés), que pretendía que la Gran Logia de Cuba cumpliese su rol como una real ONG, lo cual era inaceptable para las autoridades cubanas.
En dos programas de la serie “Las Razones de Cuba”, trasmitidos por la televisión cubana; se proyectó la imagen de Pardo como “contrarrevolucionario”, presumiéndose que los programas estaban destinados a amedrentar y, por ende, fragmentar a los masones que lo apoyaban en su gestión. Ocaña, que era la segunda figura del proyecto antes referido, fue el primero en abandonarlo.
Una vez concluido el acto, algunos de los asistentes que fueron consultados al respecto, manifestaron: “Según lo que escuchamos, estas personas manifestaron su incompetencia para sacar a la Gran Logia de la paralización en que actualmente se encuentra”. Otros, más escépticos, dijeron: “Los masones tendremos que elegir entre la mediocridad, la ineptitud y la cobardía; todo seguirá igual”.
La Gran Logia de Cuba efectuará sus elecciones generales en marzo de 2012.