LA HABANA, Cuba, septiembre, 173.203.82.38 -“Proyecciones de la Población Cubana 2011-2035” es el título del estudio de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE), que indica las expectativas demográficas para los próximos 24 años. Según este amplio documento, en 2035 los habitantes de la Isla se habrán reducido en 478 544, de 11 232 144 actuales; se prevé que Cuba tendrá 10 753 600 para esa fecha. Esa tendencia decreciente ya existe desde hace años, materializada en el período 2006-2010, cuando la población sólo creció ligeramente en 2009.
Según la previsiones de la ONE en 2035, la población con 60 años o más será el 34,0% del total, mientras las mujeres en edad fértil se reducirán en 827 296. Si en 2011 el número de personas en edades activas (15-59 años) es del 65,0% de la población total, en 2035 será solo del 52,2%.
El hecho de que más de la tercera parte de los cubanos tenga más de 60 años de edad, plantea inmensos retos económicos y sociales. El país tiene unos niveles de productividad sumamente bajos y al decrecer la cantidad de personas en edades activas, disminuye la población económicamente activa, lo cual deja a la luz la imperiosa necesidad de revertir esta tendencia demográfica, que de continuar dificultará el funcionamiento futuro de Cuba como nación.
Asimismo, las personas de la tercera edad generarán gastos extraordinarios en atención a la salud y, a pesar de haberse prolongado la edad de retiro a 60 años para las mujeres y 65 para los hombres, será muy difícil el financiamiento de las pensiones, teniendo en consideración que la contribución a la Seguridad Social únicamente cubrió el 60,8% de los gastos en 2010, según la ejecución del presupuesto de ese año, aun cuando las pensiones medias mensuales no sobrepasan el equivalente a los 10 dólares mensuales. En el 2010, las personas con 60 o más años representaron el 17,8% de la población, podrá imaginarse la situación del fondo de pensiones cuando ese indicador sea del 34,0%.
La génesis del problema demográfico se basa en dos factores esenciales: la caída continuada de la natalidad debido a que las familias no quieren reproducirse por la agobiante situación económica imperante, comprendidos los salarios miserables, la falta de viviendas y de mínimas condiciones para atender debidamente a los niños, que no tienen derecho a adquirir por el racionamiento un litro de leche al cumplir los 7 años de edad, entre otras carencias.
Así, la Tasa Global de Fecundidad (hijos por mujer) fue de 1,63 en 2010, mientras la Tasa Bruta de Reproducción (hijas por mujer) resultó de 0,79. Con estos indicadores es imposible la reproducción y ampliación de la población cubana. A esto se añade que a pesar de todas las restricciones impuestas para que los cubanos no puedan viajar al exterior, existe un creciente éxodo hacia el extranjero. En el período 2001-2010, el Saldo Migratorio Neto fue de 342 199 personas, con una dinámica creciente, de acuerdo a datos de la ONE. Si se facilitara a los cubanos residentes en el país viajar al exterior como turistas, según plantea estudiar el Punto 265 de los Lineamientos aprobados en el VI Congreso del Partido Comunista, seguramente el éxodo crecerá notablemente, sobre todo de jóvenes calificados, independientemente de la justeza de la medida.
Posiblemente la proyección realizada por la ONE del decrecimiento en un 25,0% del saldo migratorio negativo hacia el exterior a partir del quinquenio 2020-2025, lo que se repite en los dos quinquenios siguientes en igual magnitud, podría ser demasiado optimista. Esto será imposible de lograr, si se mantiene y probablemente agudicen las actuales condiciones de vida de los cubanos. Asimismo, la Tasa Global de Fecundidad estimada para los distintos quinquenios parece también algo irreal, tomando como constante la situación económica actual y la proyección de reducción en 28,0% de las mujeres en edad fértil entre 2011-2035. Esas expectativas solo podrían materializarse si fuera eliminada la causa que ha provocado el desastroso panorama demográfico: el mantenimiento de un sistema económico, político y social disfuncional que ha llevado a Cuba al desastre total. Si ese sistema con sus dogmas fuera radicalmente sustituido, liberándose las fuerzas productivas, entonces el país pudiera progresar y con toda seguridad ante un futuro promisorio las familias se reproducirían y los cubanos no desearían marcharse de su patria, dejando atrás familias y amigos.
El panorama que describe la ONE, es sumamente grave y demuestra los serios daños demográficos causados por quienes prometieron conducir Cuba al paraíso y en realidad la arrojaron al infierno. Un triste destino para un pueblo engañando que lo ofreció todo tras un ideal falso y que ahora deberá afrontar hasta el reto de su sustentabilidad como nación.