Comenzó la zafra azucarera 2011-2012

LA HABANA, Cuba, diciembre, 173.203.82.38 -Con el comienzo de la molida en los centrales Argeo Martínez, en la provincia de Guantánamo, y Jesús Rabí, en la de Matanzas, el 1 de diciembre, se inició la Zafra Azucarera 2011-2012. El monto de azúcar a producir será superior en un 20,0% a la zafra anterior, según informaciones oficiales. Por ello podría estimarse que alcanzará alrededor de 1,5 millón de toneladas de azúcar, posiblemente similar a la de 1909 de 1,56 millón de toneladas, cuando Cuba tenía una población cercana a 2,1 millones de habitantes, 5 veces menos que la actual de 11,2 millones.
La producción azucarera de este año se llevará a cabo en el contexto de una reorganización de la estructura administrativa y de dirección de la industria. El Ministerio del Azúcar (MINAZ) desapareció, sustituido por un Grupo Empresarial llamado AZCUBA, que fundamentalmente a través de empresas provinciales dirigirá la producción azucarera y de derivados. Ahora de los 156 centrales que había a principios de los años 1990, sólo se mantendrán activos 56, de los cuales 46 molerán en la presente zafra.
Los recursos importados para hacer la zafra habían llegado en un 98,0% al cierre de octubre pasado, de acuerdo con informaciones brindadas por funcionarios de AZCUBA. En la mayor parte del país se ha contado con un excelente régimen de lluvias, favorecedor de los retoños y las cañas sembradas. No obstante, en esta oportunidad se espera un rendimiento de 37 toneladas por hectárea, 4,5 más que en la Zafra 2010-2011, pero todavía lejano de las 39 obtenidas como promedio en los 10 años anteriores a 1959. Si la comparación se realiza con respecto a los niveles promedios mundiales (71 tons/ha en 2009, de acuerdo a la FAO) la diferencia es sustancial e indicadora del nivel de ineficiencia que persiste en la agricultura cañera de la otrora azucarera del mundo.
En cuanto a la mecanización se piensa que el 98,0% de la caña se cortará de forma mecanizada a lo que contribuirá la compra de máquinas brasileñas, que fueron probadas en el Central Jesús Rabí el pasado año con buenos resultados. También se han realizado modificaciones tecnológicas en las Combinadas KTP fabricadas en Holguín, sobre todo en los sistemas de corte. Sin embargo para que esos equipos funcionen correctamente mucho dependerá de que se haya realizado una preparación adecuada de los campos de caña, así como de que no haya muchas lluvias, obstaculizadoras del funcionamiento de los equipos.
Adicionalmente se intentará aumentar el tiro de la caña directamente de los campos al basculador de los centrales para lograr una mejoría en la frescura de la materia prima y obtener un mayor rendimiento de azúcar en el proceso de molida. De igual forma se procurará acercar al 80,0% la utilización de las capacidades de los centrales; un salto considerable en relación con la reducción del tiempo perdido, que como promedio ha sido superior al 40,0% en los últimos años. Por supuesto contra estos objetivos conspira el mal estado el transporte automotor y ferroviario disponible, así como las pésimas condiciones de los caminos y vías cañeras, desatendidos durante muchos años.
Al mismo tiempo, las condiciones de los ingenios no son las mejores. La mayoría de los equipos son muy anticuados, con pésimo funcionamiento, proclives a roturas y pérdida de tiempo por ese motivo, todo lo cual deriva en rendimientos industriales muy bajos, alejados incluso de los parámetros logrados antes de 1959. Las plantaciones están en muy malas condiciones, a tal extremo de que los planes de AZCUBA establecen para 2015 un rendimiento de 45 ton/há, bien distantes aun de los parámetros medios internacionales.
Este panorama resulta desafortunado, cuando los precios del mercado mundial del azúcar mantienen cotizaciones superiores a los 20 centavos por libra, además de los notables precios alcanzados por los derivados como el alcohol. Debido a la difícil situación de la industria azucarera, Cuba está perdiendo esta oportunidad de ingresar cuantiosos recursos financieros. Indudablemente, la agroindustria cubana tiene potencialidades para resurgir, pero necesita vastas inversiones a fin de modernizar los centrales, crear una base de transportación eficiente y fomentar plantaciones que permitan lograr altos rendimientos agrícolas. El problema está en que no se poseen recursos para efectuar los desembolsos generados por un programa de reconstrucción y modernización de la infraestructura azucarera de tales dimensiones, por lo que tendría que recurrirse a la inversión extranjera. Objetivo nada fácil de alcanzar debido a la carencia de credibilidad de la economía cubana, en tiempos de crecientes dificultades internacionales.